lunes, 19 de mayo de 2014

2014, año de plagios, homenajes a Polo Polo y otras decadencias en la poesía mexicana

(Misterio sin resolver I)


¿Y ahora quién podrá ayudarnos?
El chapulín colorado, no contaban con mi astucia.
Síganme los buenos.
Roberto Gómez Bolaños


Por Roberto Absenti Solaris



Así es mis queridos amigos de la poesía, ahora por fin les traigo noticias y reflexiones del medio poético desde mi nueva casa en Puebla de los Ángeles, que compré para veranear, ya decidido y con nuevos bríos, para tratar de develar, junto con ustedes, este misterio de la psiquis literaria y las enfermedades propias de la promotoría cultural, como ya se habrán dado cuenta, y los que no, yo les informo y los pongo al día. Últimamente ha habido un despliegue de “eventos” bastante chabacanos, que bajo el pretexto de acercar la poesía y la narrativa a la gente, realizan una sarta de cosas, que derivan desde el performance, el happening y el acto de circo, hasta eventuchos sin descripción posible y sin género en particular donde se hacen toda suerte de stand up comedy de quinta, mezclados con jam y una pisca de slam poetry, y todo esto aderezado con una frambuesa de oro de “propuesta de vanguardia”, cayendo en el abismal bote de basura de la cultura (ay Absenti, qué purista te estás viendo, ¿o será que ya te estás poniendo ruco?). Por ejemplo, veamos el caso de los slams poetry, donde ya se ha llegado a un grado de escándalo, que hasta de quien menos pensábamos, como el apreciado Karlos Atl, se ha quejado de lo que se ha convertido “la diversidad” cultural en el medio, para gritar reclamando “chiste? El slam tampoco es un concurso de talentos”, al enterarse de la convocatoria del slam de poesía organizado por Diana Mancera donde dice “que hace este slam para incitar a los jóvenes y no tan jóvenes a dar a conocer sus pensamientos, sueños y pasiones, a través del spoken word, del performance, la trova, el hip hop, el son jarocho, el chiste, etc., etc. y etc.”. Jua jua jua.

Y como dice la nena Susanita Iglesias, “no mamar y a mamar se ha dicho”. Pues vámonos directito a hacerle un homenaje a Polo Polo y a Jojojorge Falcón, que merecido se lo tienen, ya que no se les hace justicia y los culturosos solo le hacen homenaje a Juan Gabriel; si apenas nos estábamos acostumbrando a las ridiculeces del teibolero frustrado Rojo Córdoba, ahora ya se desparramaron las propuestas del vulgo docto y nos encontramos de todo. Seguro estos eventuchos podrán contratarse por facebook para fiestas de cumpleaños, comidas de diputados, despedidas de solteras, slamers acompañantes de quinceañeras, en vez de los aburridos chambelanes, y hasta alquilarán sus servicios para baby showers y padrinos para bodas. Y a eso le llaman vanguardia, morros, jua jua jua. Ya con esto perdieron el poquito respecto que habían logrado.

Otra polla que acaba de reventar (perdón si herí sus ojitos con esta frase) es por la re-jalada que provocó Lucha Libro, a nivel peruano, pues se aventaron la puntada hace un par de años de “inventarse” unos enfrentamientos, narrador versus narrador, en una suerte de improvisación con computadoras conectadas a un proyector, encapuchados con máscaras de lucha libre mexicanas, compradas en un lugar muy mamuco de la colonia Roma, de la Ciudad de México, para luego emular un ring, y enfrentarse con tiempos de tres minutos. Cualquier parecido al Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero, del cual reciben la publicidad año con año, es mera coincidencia; los nombres reales y localidades han sido cambiados para proteger las identidades de los personajes y personas involucradas. Pues bien, gracias al plagio de estos peruanitos, que dicen haber recibido un rayo divino donde la voz de Quetzalcóatl les ordenó llevar una propuesta cultural mexica, para que ahí, donde vieran un nopal y arriba de él un águila comiéndose la viborota, erigieran la superoriginalisísima idea de lucha libro.

Y gracias a estos plagiadictos y al eco de su difusión, brotó su ampolla en Chiapas: la copia pirata de la copia pirata, con irónico nombre: La ley de Herodes, “porque una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”, y aquel que no se chinga, se jode. Y porque la palabra canta y no es por poesía, pero sí es por narradera, junto con ellos han proliferado como salpullido estos mismos ecos de la computadora con proyector, pero en jams, sean de poesía, minificción y por supuesto también de chistes, que se hacen en plena desorganización, también aquí en la ciudad de Puebla, donde según venía yo a entregarme al gozo y al deleite, y hasta acá me alcanzaron estas chingaderas, obligándome por fin, por no decir estimulándome sin caer en el albur, a hablar de este tema, (cuando yo pensaba escribir con solemnidad sobre Gorostiza), que como dicen los más mamucos desfachatados y valemadristas, culteranos e hijos de Rayuela, cuánta pesadez que me da harta hueva, y a quién no le va a dar, la hueva y la diarrea, por tanta pendejada que con el pretexto de hacer cultura y divertirse, se dan a la tarea, ocupando todo su tiempo libre, en vez de ver futbol y echarse unas chelas como es normal, a venir a embarrarla con estos eventuchos y agarrar a todos los asistentes de sus cómplices, para darles falsos elogios y engañarlos con sus aplausos, haciéndoles creer que han alcanzando el éxito. Como ciertos gachupines narigones, ¡coño!, sin ofender al master de masters, Manuel Pérez-Petit, experto en vender espejitos acá en México, (que se rumora ya puso una gran fábrica cristalera donde van muchos a reflejarse). Así es mis queridos camorros, ni por ser pueblo de primer mundo se les quita lo bestia.

Como les decía, hay por ahí un grupito denominado “Actos poéticos”, integrado por Rubén GR (Rubén Ruiz Ganga) y Leocadio Corazón de Peón (mejor conocido como Leocadio Pérez de Vargas), jua jua jua, quién se atreve a llamarse Leocadio, pero en este caso vale la pena el nombre, al grado de las ocurrencias iluminadas que tienen, juntos “crean”, este año, o sea, hace un ratito, las “Batallas líricas”, que no es lo mismo que “Peleas Poéticas”, “Duelo de Poetas”, o “Peleas callejeras de poesía”, por supuesto tampoco es lo mismo que “Torneo de poesía”, porque ellos no están plagiando, están haciendo algo que no es lo mismo, pero que es igual, pero se parece. Porque ellos no corren, caminan rápido. Y no brincan… saltan. Jua jua jua.

Y por lo visto sostienen que se les ocurrió a ellos solititos a pesar de ser muy cuates de Ivan Vergara, dueño del otro originalísimo PLACA Chilango Andaluz, que con fresca propuesta se ha empeñado en vincular a las comunidades chilangas y andaluzas con poesía, algo que no se nos había ocurrido a nadie del mundo de las letras: “vincularse”. Y que este mismo Vergara, vinculado con la editorial Verso Destierro, de México, trasmitiera en vivo en sus eventos de chilango andaluz RCA, el Torneo de Poesía Adversario en el cuadrilátero, en pantalla gigante, durante tres años seguidos, allá en Sevilla, España. Segurito que no lo vieron, y que no notaron ninguna notificación en sus facebooks de noticas del torneo, porque a según dicen se les ocurrió porque tienen una novia boxeadora y porque vieron 8 millas de Eminem, jua jua jua. Hazme el fabron cabor. Estos son nuestros “artistas andaluces”. Reinnovadores e inteligentiosos, que según también dicen y con mucho orgullo, que no les interesa ser nada novedosos. Que con eso se conforman, que así está bien. Que el artista sevillano no tiene una obligación de proponer hacia dónde va a ir ahora la cultura y el canon poético. Ni el concepto ni nada. Que no necesitan una identidad. Qué pa’ qué. Que vida solo hay una y es para divertirse, y en eso no se equivocan, porque hasta yo lo digo, ju jua jua.

Don Verguita dice que no se va a disculpar por haber alentado a sus amigos pubertos de 22 años, para hacer este “plagiezote” conmovedor, disque sin fines de lucro, pero que sí cobraron la inscripción. A pesar de que hace algunos meses ya habían tenido tratos con la editorial Verso Destierro, y que les enviaron el Manual del torneo de Poesía para que pudieran realizarlo con los debidos créditos en España, y por supuesto, con la arrogancia castañueluda que da la juventud, decidieron que no querían vincularse porque a ellos se les podía ocurrir solitos, y que eso es muy fácil, pues emulando la voz de Huidobro, se dijeron: “madre, voy a hacer mis propios árboles, que no serán tan iguales a los tuyos”, y vieron que era fácil tener “propuesta”. Como ya saben que soy brujo y leo los pensamientos y develo misterios, sé lo que dijeron: “Mira está re-fácil Leocadio, para que no se vea igual, en vez de ‘torneo’, le ponemos ‘batalla’, y en vez de ‘poesía’, le ponemos ‘lírica’, y como en el torneo no se pueden disfrazar ni ocupar instrumentos, aquí sí los dejamos, sirve que las nenas van acompañadas de su dildo, jua jua jua”, hasta la risa me copiaron. “—Oye Venancio, que ideototota, nadie podrá negar que nuestra batalla tendrá originalidad. —Qué si la hacen de a pedo Leocadio, nada más decimos que no les copiamos a ellos, que les copiamos a los slameros, y caso cerrado, ¿no Leocadio? —¡A huevo Venancio! —¿Y por qué me dices Venancio?, coño. —Pues por qué no, Venancio, si les copiamos el torneo, ¿porque no copiarles también el nombre del campeón?, !A huevo, que verga ra soy, jua jua jua!”.

Y si creían que se estaba poniendo cooley esto, se pone peor, porque aunque les arda a los tarugos españoles y a los peruanos, para eso de la plagiadera, los chimoleros mexicas ¡somos los mejores!, si no pregúntenle a Miguel Santos, campeón del torneo de poesía adversario en el cuadrilátero 2012, pues chequen la pirateadota que se chutó, digna de cualquier vendedor de películas piratas tepiteña, ya amafiado con todos los tianguis del distrito federal, oigan esta mamada: “Torneo de poesía en homenaje a Octavio Paz”, jua jua jua, y se realizó en la solemne feria de la rosa, ahí cerca de donde hicieron el matadero de nuestra gente revolucionaria en Tlatelolco, este lugar tiene mala vibra, y ahí lo hizo, y con este acto hizo revolcar tanto a la gente de izquierda como al mismísimo Paz en su tumba, porque agua y aceite no se llevan. Pero esta fue la innovadora idea del ladino Juan Diego de la poesía, más que éste le chingó las rosas a la virgen, cuando no conforme con la primer bufonada, decidió también cambiar algunas reglas para darle su propio “estilo”, diciendo, que se valía gritar, berrear, arrastrarse en el piso, patalear y hasta chillar de ¡puro gusto! de participar en este torneo y declamar a Paz. Esto sí es pasarse de brocheta. Octavio Paz en el ring, académicos y juglares estamos listos para colgarlo de los huevos. Evidencia efectivamente, que cualquier burla, un mexicano siempre la hará mejor, porque el mexicano sabe reírse de sí mismo y de la muerte. Vientos mi buen, tú sí sabes chingar las cosas.

Y así es mis queridos camorros, ahí está el misterio sin resolver, el porqué de la maldad, que se justifica en las bestias, ser carroñero y depredador, pero en los humanos, eso sí no puedo creerlo. Porque al poeta se le tuerce su patita, y la musa le dice: súbete yo te llevo, y el muy jijo de la verga, se la va chutando en el camino, esas son chingaderas. Cuánta ingratitud, cuánta falta de poesía y cuánta falta de propuesta, por eso tienen sumida en la hueva y en la decadencia a la poesía mexicana.

Son misteriosos los caminos del chavo del ocho, pero supongo que esto es un fenómeno social, seguro John Lennon se enfrentó a la incomodidad de firmar autógrafos a fans vestidos como él. Y Marilyn Monroe tuvo que soportar las miradas envidiosas de mujeres con un ventilador abajo de la falda, porque esto no se lo podemos achacar a los artistas, esto se lo achacamos a la gente común y corriente que cree que es artista y que nunca lo va a ser porque no tiene elementos, ni sabe conjeturar y crear propuestas atractivas y reales, crear conceptos interesantes y no solo como lo hacen ahora, pagar fumadas curadurías, como los más decadentes artistas plásticos.

Ay les dejo este misterio develado, bien puesto, para que se sienten, y reflexionen un rato. Por mi parte, le mando un saludote a mi plagiador, para variar también de Chiapas, en La Voz del Sureste, un tal Arít León Rodríguez, que escribe una simplona columna de por allá, y que se dio el gusto de plagiarme la mitad de mi columna sobre las 13 mujeres poetas mexicanas, que me imagino según él se dijo: si le copio nomás la mitad, no es plagio, a huevo, no más la puntita!!! Y yo para no caer en lo mismo le dedico esta columna al buen Polo Polo (maestro!!!!) y sus magníficos chistes que seguro trascenderán en la historia, pues son más creativos y más chingones que muchos de nuestros poetitas becarios y Elías Nandino. Saludos a la banda, abuuuur, seguiré paseando en Puebla de los Ángeles, con la Señorita Tequilas, mi nueva vieja que me amarré en facebook, porque como ya saben me gustan leonas y carnudas. Los dejo en su balcón, y nos vemos en El Blanquita.

Luis Felipe Fraude y otros teletubbies

Por Roberto Absenti


En este año, he visto cosas que nadie se imaginaría. A un cerdo volar en pedazos y a un político leer. Y he de decirle eufemístico lector, que últimamente me zumban demasiado los oídos. Ya son trece meses y veinte cuatro días de ver a la gente arremolinarse en el jardín de mi apacible casa para que les firme sus apestosas camisetas, libros malos que yo no escribí (el otro día hasta uno del Fadanelli trajeron) e incluso la petición de algunos locutores faranduleros de que les grafitee mi autógrafo con aerosol en sus coches.

Tanto revuelo me ha hecho reflexionar sobre lo importante que soy para usted y otros tantos que me buscan, y me he dado cuenta que tal vez se me está subiendo un poco la fama a la cabeza; por lo cual he tomado la decisión de revelar ciertos misterios que tengo por seguro a usted ni siquiera se le habían ocurrido, como un acto de humildad, compartir con todos ustedes, mi táctica y estrategia para que de ser unos simples escritorzuelos, se vuelvan (un poquito más parecidos a mí) unos chingones.

Hablando de escritorzuelos… un amigo mío, ex presidiario, que vive a la vuelta de mi chanté de Coyoacán, me dijo una neta que me resultó escandalizante, sobre todo por la certeza con que me lo dijo, el también achichincle. Según este valedor, la muerte del maise José Emilio Pacheco fue sólo una bomba de humo: una farsa “del sistema” para opacar la muerte del compa Marco Fonz (Jua jua jua). ¿Verdad o mentira? Ese es un misterio que no vale la pena resolver.

Porque, mis sospechosistas lectores, hay cosas más patéticas, y ahí les va una. Cuando el otro día en una revista estaba viendo a una de mis musas (sólo les diré sus iniciales: Rocío Cerón), tuve esta revelación, que llegó como un rayo y me golpeó con una imagen terrorífica: en vez de la portada de esa antología que promovían animosamente, cuyo nombre es “La edad de oro”, vi clarito la foto de un grupo de teletubbies saliendo del closet, y recordé la crítica que hizo el fallecido Fonz a dicho libruzco, al cual yo sé le hubiera quedado mejor el título de “Los poetas en mameluco”, para rematar la fina broma de mi adinerado Luis Felipe Fraude, al poner a una fila de chavitos en pámpers como poetas de calle. Ay, este Felipillo de la poesía es un humorista digno de enfrentarse con su sketch de patetic comedy contra Jorge Ortiz de Pinedo.

Confieso que no fui a la presentación, pero seguro no faltó el teletubbie que se haya quemado, o el que se haya lanzado al público como el Perro Aguayo. Sólo eso nos faltaba, después de Los ángeles azules con sinfónica, los teletubbies en Bellas Artes! ¿Puede haber algo más horrible que eso? Ya quiero ver su cara, apreciable coleóptero, si de pronto su madre se transformara en una fea teletubbie rosa. Grotesca escena, digna de mi compadre David Lynch. Y, despuesito, para terminarla de chingar, Antonio Cienfuegos, entrando por la ventana con un hacha para arrancarle la cabeza a su ex jefazo, Alí Calderón. Ah, seguro el macabro de Fonz se está riendo de cómo el mesoamericano Toñito le esconde el sombrero y el moñoñongo a Mario Bojórquez. Les recomiendo mucho los publi-ensayos de este vendetta, jua jua jua. Toda una telenovela de terror. Serie gore que ni en los mejores tiempos de Televisa, me cae. Por farsante en la poesía, y a parte de malos poetas, también malos actores.

No es de oquis que le diga, culto y frenético lector, que yo sí me merezco la beca Guggenheim, y no estos pazguatos chochos y ñoños a los que se las están dando. Y bueno, aunque el nigromante Lecumberri no quiera el dinero cantante de los ricachones del mundo, yo soy de la misma idea del tal Manhey, y si pagan bien, puedo ser una perra bien puta (suena gacho, pero hago paráfrasis de lo que me ha enseñado mi maestro Saúl Ibargoyen). Les conviene que yo gane las becas, porque yo sí voy a cambiar el sistema desde adentro carnales, no como otros que nomás alcanzan su plaza y se dedican a sobrevivir. Porque dejen les digo, que sobrevivir es vivir a costa de otros, vivir en la casa que construyeron Pedro Infame y López Alarde, una noche de calor intenso, en una borrachera bomba ACME. Pero no nos pongamos caricaturistas. Si yo ganara la beca, me cae que yo sí tiro la casa, como Sansón los pilares que la sostienen desde adentro, yo sería el uno por ciento que Iliana Vargas (viuda de Fonz) defiende ante mi pupilo Lecumberri.

Ahora que me den la beca Rockefeller, por mi ópera magnum, Los extraterrestres no van al cielo, van a ver toda la gama de fechorías bienhechoras que voy a hacer. Voy instaurar el día de mi cumpleaños como el día de la Libertad Multitudinaria, el mismísimo 16 de septiembre, y ese mismo día todos van a poder hacer lo que se les hinche la gana. Haré de este mundo un pinche lugar a toda madre, para que todos vivamos como reyes, a güevo!!! Y como ya lo había dicho antes, voy a instaurar que haya becas para todos. Y una beca especial para cambiar las leyes y reescribir la Constitución. Y una beca para los que dan becas, pensando en mis amigos, como el tabasqueño Audomaro Hidalgo, y ya no tenga que pasar por la pena y el escarnio de quedar en ridículo robándose el premio de poesía a la malagueña.

A Josué Ramírez, le voy a regalar un yate con helipuerto, para que pueda pensar tranquilo en su nueva colección de poemitas a David Huerta. A Bravo Varela, le concederé el campo de golf del Davo Valdez (ni modo mano, se compartido), así como una mesa de caoba, para que me invite como maestro emérito a enseñarles a sus amiguitos teletubbies lo que es la verdadera poesía mexicana del siglo XXI. A mi churriguresco alter ego Juan Cu le voy a pagar un implante de pelo, para que se parezca un poco a mí. Y, como apoyo a los que menos tienen, a las pequeñas editoriales semi-cartoneras (tan moviditas en facebook) les voy a regalar una MacBook bien perrona, para que se vuelvan unos chipocludos de una vez por todas y dejen de usar Corel. Para los parientes pobres de Salinas de Gortari, que le andan haciendo a la poetada, les daré la mitad de la casa de Lina Zerón y a los compañeros de Hostería la Bota, les voy a llenar de dulces el calcetín. Ah, todo lo que no haría si me dieran la beca Rockefeller. A los poetas jodidones los sacaría de la niebla y les compraría cincuenta cartones de chela, aunque no me inviten a sus lecturas. Beban hijos míos, beban.

En esta nueva temporada del Código Absenti, iré develando misterios sin resolver de la poesía nacional, y a todos los papuchos como yo, les enseñaré a que vean en los rucos todas las cosas que no se deben hacer y les daré algunas pistas para que sean creadores cabrones y no pura llamarada de petate. Será poco, les digo de una vez, pero será más de lo que aprenderán en los talleres de Óscar Wong. Y ahora que nos hemos quedado sin maestros, como mi compadrito Pacheco y mi buen Gelman (¡Satanás, te hubieras llevado a mi perra Xolo en vez de a ellos, al cabo ella sólo ladra!), que no gustaban de farolear, como yo tampoco lo hago, en su memoria haré el esfuerzo por educarlos a ustedes, desconocidos pupilos, como ellos hubieran querido. Sólo les pido que si les doy tips, no los vayan a ocupar luego para estarme chingando. Total, para aprender, basta que lean mi columna cada quince días. (No mantengo correspondencia con nadie).

Lo que sí, es que aquí aprenderán a escribir con la neta, y no para ganar premiecitos… para eso está el pastor Balam Rodrigo, que da cursos buenísimos con las técnicas generales para ganar los premios con más billelle de México, y es tan efectivo que ni siquiera tienes que meter tu poemario a participar. Así es, arriesgado lector, para algunos el mundo es color rosa, aunque afuera todo sea de color negro. Por eso, ahora que le he tomando gusto a platicar acaloradamente con mis amigos imaginarios de facebook, le aseguro, que los poetas son personas comunes y corrientes, igualitos a cualquier otro mexicano promedio; inculto, arrogante y creyente. Pero la diferencia es que quieren convencer al mundo de sus “muy propias barrabasadas”; pero ni siquiera con trabajo poético, sino con politiquería de segunda, intercambio de sexo de tercerea y otras prácticas sodomitas, apestosonas. Aquí yo le voy a enseñar como es así, y también desde mi balcón le resolveré, preguntón amigo, algunos misterios que usted solito no han podido resolver. Cupo limitado, porque la verdad no lo hará libre, pero por lo menos le quitará un poco lo pendejo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Temporada de patos: contrafabula sobre la fauna nociva de Coyoacán

Ya sabe, usted, fantasioso lector, que lo expresado en esta columna es mera ficción, y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Los nombres de los personajes que van apareciendo a lo largo del texto, aunque en el mundo real existan y actúen haciendo tonterías de la misma manera; vuelvo a reiterar, son caricaturas, o sea, de a mentiritas, y además le advierto: el consumo de esta columna es sólo responsabilidad del que la lee y del que la recomienda. Así que deje de buscar culpables si sale en uno de estos balcones-textos, el nombre de alguien que conoce, o el de usted mismo.

¿Sabía usted que de vez en cuando me gusta ir de caza con mis cuates? Pues así es mi estimado, antes no salía del Desierto de los leones, lástima que nos cacharon, si no, seguiríamos divirtiéndonos sanamente por allí. Se pusieron re mamilas nada más porque nos llevamos un cachorro de león para cada quien como recuerdo… fue un desmadre perderlos para librarnos del bote, lo peor fue que para prevenirnos del arresto, tuvimos que deshacernos de la evidencia en el camino, y pues ni hablar… lanzamos a los cachorros por la ventana del coche. Total, espero que alguno haya sobrevivido. El que todavía no se repone de la impresión, es mi cuate el pinche Mijail Lamas, la neta le cayó de peso porque era su primera vez, pero ya para la próxima, seguro estará bien puesto, pues lo pienso invitar a cazar patos a Coyoacán para hacer unas hamburguesas de pato bien chingonas en la parilla de su jardín.

Fíjese mi estimado, le voy a contar cómo está el pex; en la zona pobre de Coyoacán, hay un deportivo, y como a eso de la media noche nos dan chance de pasar, en realidad no sale tan caro, unas mil bolas por cada quien. Ponen una carpa como de circo, grande y medio madreada, luego acomodan un estanque de aluminio, de esos como para criar truchas, y para finalizar, sueltan a los patos. Aquí viene lo bueno, sacamos las escopetas y al grito de !haz patria, mata un pato!, empiezan los disparos. Déjeme decirle que sueltan de todo, desde patos maiceros hasta unos medio escuálidos, que parecen niños de la calle, llamados patos silbadores. Admito que me encanta meterles de plomazos, pero me restrinjo porque otra de mis pasiones es la taxidermia, y con tanto hoyo es difícil trabajarlos y convertirlos en arte verdadero, un día tal vez lo invite a mi casa, mi metiche lector, para presumirle mi extensa colección de patos. Y no por dárselo a desear, pero tengo un pato de los silbadores bastante curioso, hasta le puse nombre con un sello en su patita, lo nombré el Pato Yayir, le puse así porque este pato tiene su historia, era un patito que uno de mis cuates a pesar de su sangre fría, por ser soldado, en cierta ocasión no quiso matar, alegando que estaba cansado y se lo llevaría a su casa mejor en calidad de mascota. Me pareció raro, pero no llamó el hecho tanto mi atención hasta que en una cena que organizó en su casa un mes después le pregunté por el animal, dijo que lo tenía dormido en una canasta en su recámara. De ahí me hizo pensar en toda una serie de asquerosidades que usted seguro también se hubiera imaginado, así que con esta idea en mi cabeza y después de unas copas de cognac, en medio de una conversación un tanto polémica sobre si el arte en México estaba en manos de verdaderos artistas o no, y si en realidad era buena idea dar oportunidades y espacios a cualquier hijo de vecina para verse incluyentes, a pesar de toda esa mierda que quieren hacer pasar por arte, como recitar, dizque poemas, al mismo tiempo que hacen malabares con unos pinos, o salir encuerados con un ramo de flores amarrado del pene o declamar sus poesías enfundados en un body paint. Mientras ninguno de los invitados podía concebir esto en la Manuel M. Ponce de Bellas Artes, me dirigí, como si fuera al baño y me equivocara de puerta, a la recámara de mi cuate para ver dónde estaba el pinche pato. Mi sorpresa fue mayúscula y asquerosa: el pobrecito pato efectivamente estaba ahí, flaco pero bien correoso y traía un collarcito de piel negro y con picos, cuando lo cargué me di cuenta que estaba todo pegostioso y olía muy mal. De plano mi cuate resultó un maldito degenerado, pobre animal, cuando caí en cuenta que traía una ligera hemorragia en su ano, decidí salvarlo llevándolo a mi casa para curarlo allá, ¿me explico? Así que puse manos a la obra, lo enredé en una sábana de la cama de mi cuate (curiosamente el ave puso bastante resistencia, como si no se quisiera ir… síndrome de Estocolmo, pensé, ¡pobrecito animal!), como estaba haciendo mucho escandalo con su cuac cuac y más cuac, lo saqué por la puerta del jardín y lo escondí dentro de un macetón, luego regresé como si nada, a integrarme a la conversación que ahora giraba sobre la desfachatez de algunos escritorzuelos que no tienen nombre ni currículum, pero no sólo exigen, sino que se encabronan si no les pagan las revistas literarias independientes por sus colaboraciones, esto lo denunciaba muy airadamente un narrador regordete publicado en Fridaura, argumentando, a son de burla, que era evidente el porque los libros de estos escritores ostentaban nombres como “el mal”, “el gran mal” y “el súper mal”, aproveché las carcajadas de la concurrencia para despedirme del perverso de mi cuate, que estaba bastante pedo y distraído, y por lo tanto no puso tanta atención a mi partida. En cuanto salí, fui directo por Yayir, (le puse nombre desde que lo envolví en mis brazos) pues estaba preocupado de que no se fuera a asfixiar. Ahora usted me podría preguntar, ¿si lo salvaste pinche Roberto, por qué terminó lleno de aserrín en tu escritorio? Yo, le respondo aunque no me pregunte: eso no quedó en mis manos querido lector, simplemente se murió, ya estaba muy maltrecho, desde que entró a mi casa se le veían muy tristes los ojitos, yo creo que por la hemorragia infecciosa que traía. A los tres días colgó las patas.

Y para que su muerte no fuera en vano decidí hacerlo arte y convertirlo en una bella pieza de ornato, debo hacer la confidencia, de que me costó trabajo cerrarle las patitas, era un pato muy empecinado, por decirlo de alguna manera. Todavía cuando lo salvé trató de darme un picotazo, ja, ahora los patos le tiran a las escopetas…, vuelvo a aclarar que ya estaba muerto cuando lo “embalsame”, no quiero que se piense mal. ¿Usted cree, amado lector, que hay alguna moraleja en esta historia? Por supuesto que ninguna, sólo tristeza y desilusión es lo que se obtiene cuando se intenta salvar a un animal corrompido por la violencia de su contexto, está tan acostumbrado a ese mundo atroz, que no conoce otra forma de reaccionar más que con agresión, pero eso no quita, que ahora que ya está quietecito, lo venga a conocer a mi balcón, mi querido lector; le dejé el collarcito de picos… después de todo, era parte de su personalidad. Y no se le olvide, lo espero en la parrillada.

Un país sólo para poetas: nueva propuesta del PPP (Partido Popular Poético)

Ahora sí mis chingones, la vamos a hacer en grande. Ya estuvo, de que los verdaderos artistas vivamos peor que perros. Así que les tengo excelentes noticas y tendrán la fortuna de ser beneficiarios, elegidos por decirlo así, para la premier de este gran plan que les traigo y al cual no podrán resistirse.
 
Y para que vean que no soy un marro: sin codez alguna los haré partícipes a que vengan a mi gran fiesta en el jardín del pequeño país que ya se está planeando, así como sucedió en Chiapas y hace un tiempo en Yucatán. Lugar en el que por fin se cumplirá el deseo de todos, la vida que siempre habían soñado podrá hacerse realidad. ¡Adiós, Utopía!

Si a alguno de mis contendientes no le gusta mi propuesta (¡lástima-Margarito!), pues que haga una mejor, ¿no?, y si tiene algo que debatirme, sólo le pido que venga con ideas y propuestas y no nada más con spots y promesas, como Peña Nieto, porque aquí, en mi país, ¡las cosas se hacen!, y si no, mejor se quedan calladitos… que no creo que les ayude a verse más bonitos, pero al menos nos evita escuchar sus blabladas.
 
Como les iba diciendo, mis alegres parroquianos, es el amor al arte el que me mueve y no otra cosa, porque en este pinchurriento México en el que no sólo nos tocó vivir, sino nacer, a los artistas, como a las amas de casa, nos es prohibido tener algún ingreso por nuestra chamba, y sólo somos bien vistos si hacemos las cosas por amor; lo cual en este caso, el mío, es pura verdad, y ni modo de dejarlos ahí pudriéndose en su lamentable ignorancia, eso no sería de valedores. Lo que se sabe, se comparte, ¿o no?
 
Y ahí les va mi plan. Lo primero: para el país que estoy planeando, junto con unos amigos (y que nos va a quedar bien chingón), es necesario que todos los poetas vivan en armonía fumando la pipa de la paz. Necesitaremos más que un regente, una especie de bien intencionado cuate, que se encargue de ver que todos crezcan sanos por igual y que a nadie le falte acceso a internet, así como que tengan la posibilidad de saciar todos sus intereses y gustos (aquí no discriminamos por raza, especie, zoofilia o no religión); y para esto no se me ocurre un mejor consejero, y que yo propongo como mano derecha de este Paraíso sin gobernante (porque ni crean que me van a poner a chambear para ustedes, no sean parásitos!), al consabido líder del INEGI mexicano de la poesía, Adán Echeverría. La mano izquierda sería, sólo para saludar a todos cuando entren, como una especie de San Peter en el Sky, y sólo porque es re-sonriente, casi un ama de llaves, Hernán Bravo Varela, quien también estará encargado de ponerles pantuflas, una bata, gafetes, y dependiendo del recién nacionalizado, obsequiarle un puro o un chocolate de bienvenida.
 
Una vez adentro, esto sería como un club deportivo de día, y un club cabaret de noche (mucho mejor que el P.E.N. Club Internacional, centro Guadalajara), donde todos serían libres y podrían correr por los jardines desnudos como les gusta, si es que nadie se molesta y los agarra a madrazos (pues en este mundo no habría policías, ni mucho menos soldados, y todos los poetas tendrían que arreglar las cosas por su propia boca o su propio puño), así que si Manchy, el Glande, con el Jesús en la boca, y Calaverita, se ponen a brincar sin camisas, ya sería bajo su propio riesgo. ¡Por supuesto que tampoco estarían penalizadas la drogas!, así que seguro veríamos por ahí a Tonayita Mercado dando la vuelta con su mona, olor a Cempasúchil, para recordar sus viejos tiempos. Y Loo, la Plata y el Santamaría, aventándose unos clavados. En el chapoteadero, para regocijo de los paseantes, tendríamos un hipopótamo macho, un manatí hembra y un tiburón blanco, recostados al sol, panza arriba. Qué bonito balneario, ¡a güevo!, nada que ver con las albercas de Ebrard.
 
Los incentivos y recursos serían libres para todos por igual, y no habría ningún concurso para obtenerlos, por lo tanto Óscar de Pablo podría solicitar todos los gatitos que quisiera para que escribieran todas las obras que no se le han ocurrido ni se le ocurrirán, pero seguro los gatitos, pisando el teclado de su máquina, lo harán uno de los grandes. Eso sí, no faltaría un Torneo de poesía, sólo para disfrutar del placer del combate, y sobre todo para que los poetas se mantengan en forma, y no se pongan todos barrigones por el dinero de tanta beca. Porque aquí la beca, como les dije, es para todos. Para eso son los estímulos, ¿no? Para que crezca la población de poetas.
Para los menos avisados (los que menos astucia tienen), y que aún estén enviciados con el viejo esquema del club de Tobi, donde entre ellos se dan, el premio, “ahora te toca a ti”, “no, a ti, manito”, como el círculo de amigos de Mario-Dalí-Alí-Lamas, tendremos futbolitos, en los cuales pueden ir alternando quien gana los partiditos (¡ahora sí dejen ganar al Toño!, no sean gachos), y tal vez hasta les sirva de rehabilitación cuando se den cuenta de que ya ganaron todos, y no ganaron nada, porque aquí todos ganan.
 
Para los que gustan de canchas reglamentarias como el Balón Rodrigo, les pondremos una canchita de fut rápido, en donde podrán jugar con su sombra, para que tengan alguien a su nivel con quién pasarse la pelota, y meterle un golazo de chilenita al HH (que será remunerado igual que una estrellita merengue) nada más para que todos se sientan tranquilos de tener un aval extranjero. El árbitro será Javier Raya, para que nadie se pase de lanza, y si lo hacen, tengan que pasar primero sobre su apellido. Además, no funcionaría en la portería, porque seguro se come el balón.
Pero, ustedes se preguntarán cómo le haremos para solventar tanto pinche gasto. ¡Obvio! Le escribiremos una carta al Chapo Guzmán para que nos pague a todos, todos los viáticos, por tiempo indefinido, a parte de una beca el triple de fregona que la del Sistema Nacional de Creadores. La verdad, no creo que se niegue el Chapo, porque no es tan codo como el Conaculta, que sólo cuida los intereses del Estado (de queda) y porque todos los escritores nos comprometeremos (váyanse haciendo a la idea) de cambiar el canon de las letras, y en vez de escribir sonetos, liras, cuartetas, haremos puro narco corrido, y cantaremos las peripecias de los sombrerudos ricachones, que al fin y al cabo de alguna manera ya lo hacemos.
 
Para los que están acostumbrados a escribir emulando a Lizalde, no les costará nada copiar las letras de los Tigres del Norte, pues así la lírica nacional se refrescará radicalmente de una vez por todas. ¿Quién será el emisario que realizará la gestión narcopoética? Evidente es la respuesta: dentro del gabinetazo deberá estar el doctor Javier de la Mora, ¡y a chambear!, y esta vez para todos, no nada más para algunos chimpancés enanos, sino para toda la población poética. Ya que si se obstina en seguir haciendo chanchullos… lo podemos desterrar, y listo, ¡a güevo otra vez! En mi país no habrá culeros. A esos los mandaremos por los cigarros para que nunca vuelvan.
 
Eso sí, en este nuevo país, no habrá nada de circos ni templos. Sé que les suena descabellada mi propuesta, compatriotas de esta futura nación poética, pero no tengan miedo, y por una vez en su vida hagan algo útil con su miserable sufrimiento, dejen de andarle mendingando un hueso a los que los gobiernan, y mejor gobiérnense ustedes mismos, que aunque les cueste trabajo, por lo menos ya no tendrán a quien culpar por sus horribles versos y ya no tendrán que declarar a Hacienda. Aquí se hará coperacha para todo.
 
En vez de premios de poesía se le hará un cartel de 5 mil ejemplares al Poeta del Mes, que será elegido por votación secreta entre todos los ciudadanos, pues habrá una barda con pizarroncitos para que todos pongan un poema de su autoría cada día y así todos tendrán que leerse entre sí para poder saber quién le echó más ganas en su escritura en las últimas semanas. A parte, de que habrá un cartel, a manera de espectacular, que contendrá un listado de todos los movimientos poéticos que han pasado a la historia y lo que propuso cada uno, para que les sirva de guía a todos los poetas novatos y dejen de repetirse proponiendo pendejas ya muy desgastadas.
 
Lo que sí, en las reuniones (que se harán todas la noches) habrá chupe y botana para todos, para que no se peleen por las botellas, eso es de muy mal gusto. Y lo mejor. Aprobaremos la poligamia. Ya no habrá más broncas, pues nos podemos casar en grupo y festejarlo hasta la madrugada en la misma fiesta, y con un sano intercambio de parejas. Sé que muchos poetas serán muy felices con esta disposición. Sobre todo porque ya no van a tener que andar ocultándose de sus esposas y esposos, viéndose en la entrada de los centros culturales para besarse. Adiós a los rapidines. Además los niños ya lo verán con naturalidad y crecerán sin traumas post-infidelidad. Por fin todos los poetas gozaríamos de fidelidad los unos con los otros. Alcanzaríamos al fin, la transparencia.
 
Dentro del gabinete también tengo considerado a Johnny B. Good, columnista de este semanario, aunque todavía no nos ponemos de acuerdo, ya que el propone levantar a Ciudad Neza en armas para volverla el centro de México, y ahí arrejuntar a todos los poetas. Y mi plan es independizar a Tepito, como un país libre y soberano, para fundar nuestra nueva sociedad y sólo vengan los poetas que lo prefieran. Honestamente, por mi parte, no necesito de sus votos, pues yo les doy a todos ustedes mi voto de confianza, sé que tomarán la decisión correcta, y estas próximas elecciones votarán acertadamente, y no irán a las casillas del IFE, sino a las que yo pondré en cada una de las esquinas de la Lagunilla, a partir de Reforma (ahí por donde está el monumento a José de San Martín), y pondrán un tachecito en el nombre de este su muy atento y seguro servidor. No se vayan a hacer bolas y boten en las casillas equivocadas, las mías serán de color anaranjado chillante, para que se vean. Entre tanto, me despido de ustedes, no sin felicitarlos por leer esta acertada columna. Un saludo desde el balcón.

Las 13 mejores poetas mexicanas según Roberto Absenti

para Carlos Santibáñez y a mis amigas poetas con todo respeto

Y llegó la primavera, mis enamorados y pícaros lectores. La hermosa temporada donde todos deseamos aparearnos; bueno, yo sí, porque todavía puedo: no se ustedes, pero yo soy rete-querendón. Este es el temporal donde los floripondios dan la vuelta en círculos a la plaza del pueblo como panzones abejorros en busca de chupar el néctar sagrado que es la miel.

Los rayos de sol y las muchachas ¡oh sí!, ¡las muchachas!, ¡las señoras! y por qué no, las viejecillas también, ¡son tan cálidas! Sí mis estimados lectores, estoy enamorado de las poetas, y sobre todo de su poesía. En esta ocasión, como en otras, no me importará que me tachen de arbitrario, excluyente y demás por dar la visión de mi tiempo y los hechos tal cual yo los vivo. No me detendré para quedar bien con nadie, sino al contrario, diré a calzón quitado cuáles son mis poetas favoritas, atreviéndome a decir con los pelos en la mano, que son las mejores.

Claro está que esto depende de mis lecturas y mis conocimientos sobre poesía, que son muchos, sin dejar de lado mi sensibilidad exagerada para las artes en general.

Y así como el ma’istro Langagne dice qué es poesía y qué no, afianzando su criterio sólo en sus lecturas de la colección Tierra Adentro, y en los poemas de sus pupilos, (por supuesto corregidos por él), yo también diré qué es lo bueno. Total (por lo que veo) mi criterio está mucho mejor alimentado que el de él. Iba a mencionar a la recién descubierta Norma Bazúa, pero ya no se vale pues ya se nos fue, y lo importante es hablar de las que están vivitas y coleando. Pensé en Dolores Castro, pero la verdad (entre nos) no me gusta tanto. También pensé en mencionar a una gordita poeta que me trae loco, ¡pero eso sí se iba a ver muy nepotista!, así que solo mencionaré a mis trece favoritas: que no han sido nunca mis novias, pero no por eso tienen menos calidad.

1. María Baranda: poeta nacida en 1962. Nada más leer el título de algunos de sus libros para que ya nos ponga a viajar; El jardín de los encantamientos, Dylan y las ballenas y Fábula de los perdidos, ¡qué belleza! Aquí expongo algunos versos suyos, de mis favoritos: “Tórrida y demencial,/ amazona del agua,/voy de mirada en mirada/ por los meses, los años, los siglos/que sólo yo conozco, los sueños/ que sólo yo custodio./ Varada en esta proa, atada a mis raíces,/la noche llega a mí para que yo camine”. Esta es una poeta de grandes alturas y de enormes olas, además de tener un rostro misterioso y seductor, espero conocerla pronto en vivo.

2. Ileana Garma: poeta jovencita, bastante persuasiva en la hechura de sus versos, a pesar de apenas haber nacido, pues es de 1985. Demuestra una gracia, una dulzura y un abandono bastante atractivos para un hombre y un lector como yo. Chequen esta estrofa: “Estoy atada de manos y pies y entrañas/ por alamedas rojas/ donde se petrificó mi rostro/ por hombres hechos de barba y lenguas de musgo/ por soles coagulados en un sucio parque/ en un sucio mar/ que tragaba niñas con sueño”. ¿Chingón, no? O estos otros versos: “pedófilo de la muerte/en los índices de las púas/ violador de lo que tiembla”, ¿a poco no sienten que se les enchina el cuero a pesar de la sutileza de estas caricias…? Ileana es belleza, es la juventud de Mérida, es la poesía misma.

3. Roxana Elvridge-Thomas: poeta de 1964, año en que yo también nací, esto lo digo metafóricamente, pues yo soy más joven, no se la vayan a creer. He descubierto que me gustan las mujeres y las poetas mayores, y Roxana merece ese título, poeta de actitud intachable. Lean estos versos: “Rasgo mis yemas al tocar tu argolla en llamas./Ansío tu imposible regreso,/Tu aliento que sacie en mi sed el alma calcinada”. Es aterradora su entrega en estos versos, en verdad que estremece, por eso merece ser una de mis poetas favoritas, deben leerla para comprender esto y tener una pequeña aproximación a lo sofisticado de mi gusto poético.

4. Hortensia Carrasco: poblana de 1971. Nacida poblana y con lo que me gusta Puebla y la falda corta con la que aparece en su face. Esta bárbara mujer y poeta me causa reflejos y sentires insospechados cuando la leo en sus poemas del encierro: “Preferimos que los nombres/ no sean eso sólo nombres/ y que alguien diga/ que tiene ojos y palabras/ o que alguien grite/ y salga a platicar en las esquinas/sin temor de que el graznido/ violento de los días/ transcurra momento a momento/ partiendo vertebras y carne”. “Quisiera voltear y decirle/ yo también necesito/ algo oscuro que me ampare”.Y aquí estoy yo para cumplírselo, si ella me lo permite, claro está. Yo sería eso oscurito que necesita; me conformo con que me deje leer sus poemas inéditos, sería un verdadero privilegio para mí.

5. Gloria Gómez Guzmán: poeta revolucionaria e imponente, que escribe poemas que hace sentir al más frío de los seres. Nació en 1950, y aunque poco conocida y valorada, eso no impidió que yo lograra encontrarla y leerla para presumirla ante ustedes como la grandiosa poeta que es. A pesar de los que no le quieren dar importancia y le dan un lugar nulo en las antologías mexicanas (ya saben que nunca faltan los envidiosos o los militantes que se hacen pasar por poetas o críticos de poesía para tratar de desacreditar a mujeres poetas que en verdad valen la pena como lo es Gloria Gómez). Aquí un poema de su autoría: “las piernas de mi padre duermen/ desde que empezó el invierno/ el doctor nos dijo que eso/lo liquidará/ que es cuestión de días/ no es justo/él fue arriero/ pescador/ chofer de ruta/todo eso en sesenta años/ no es justo/ aunque sea mi padre/ no merece perder la vida de ese modo”. Digna poeta dentro de la saga de Leopoldo Ayala, y de Roberto López Moreno. Les recomiendo conseguir sus libros.

6. Mirtha Luz Pérez Robledo: chiapaneca nacida en el funesto año de 1968. Poeta con varios premios en su haber, con poemas de impecable manufactura y como sucede en esta sociedad de injusto machismo, cuenta también con el absoluto desconocimiento de su obra, pues en ningún lado la conocen, eso es malo para la poesía, pero bueno para mí, pues así tengo el privilegio de dárselas a conocer, casi de primera mano, aquí les obsequio estos versos: “Porque soy camino solitario/ me sigo/ me sigo hasta perderme/ en el espeso follaje de las tardes/ donde sólo me escucha el pensamiento”, esto es un poco de ironía diría yo. Busquen los libros A la diestra del reino, En el sereno punto del mundo y Vacío bajo la luna y el dulce retorno. Seguro que les provocara mucho placer si acompañan sus versos con una copa de buen vino.

7. Silvia Tomasa Rivera: mujer acuñada en 1955, pero sensual poeta, lean nada más qué belleza de poema: “Esa Mujer fue por demás perdida,/ todos la vieron bañándose en el río/ sonriéndole a los pájaros./ Hacía tiempo que se quería ir al mar,/ la tierra no era de ella —les decía—./ No desembocó lejos/ porque no dijo nada/ pero estuvo en lo suyo desde el principio./El río lavó su cuerpo y lo arrastró/ seguramente al mar”. Ay güey!!! Este lo tome de su libro Cazador, esto es escribir, no porquerías ero-ñeras, de algunos escribanos y escribanas que se quieren sentir poetas pero que estarían mejor lavando platos, pisos y cisternas o atendiendo un Oxxo por ahí; es más, tendrían más éxito de amas de llaves de alguna casa de cultura o de dueñas de alguna vecindad, o en el oficio más antiguo del mundo: de brujas, no piensen mal mis misóginos lectores, qué creían que iba a decir.

8. Adriana Tafoya: nacida en 1974, unos años más cerca de nosotros y sobre todo de mí. Esta poeta es una cabrona hecha y derecha, no se anda con medias tintas, ni le pide permiso a nadie para escribir poesía ¡y qué poesía señores!!, y aunque algunos detractores se le abalancen por los temas que aborda, deben admitir lo bien que lo hace, nada más échenle un ojo a estos versos: “En el sofá/un hombre desnudo/ con los calcetines puestos/ anudados por las puntas/ estira los pies/ hasta tensarlos/ en compás erótico/ Casi eyacula”, “Me dispongo a posarme en la punta/ de un tornillo plata/que brilla erecto/ sobre un par de almendras en bolsa de cuero/ que tensan a este hombre/ al punto del delirio/ desnudo/con los calcetines/anudados”, o estos otros “él dijo: me haces falta/ Adormilada/ abro las piernas/ que atesoran mi sexo oscuro/ inflamados sus pequeños olanes magenta/ en esta flor clava su lengua/ no me molesto con él/ sé que tiene hambre”, queda claro que esta poeta gana cualquier guerra de poder, ya sea amarrándole los calcetines a sus contrincantes o haciéndolos comer… de su estética poesía, por supuesto. A nadie se le debería negar un taquito.

9. Maricruz Patiño: señora poeta que nace en 1950, interesantísima mujer que en algunas ocasiones se me hace como feminista, otras, más como matriarca, y en otras, simplemente me hace sentir su misterio. Lean estos versos suyos: “Yo que no sé lo que es vivir entre flores/ni abrirse paso entre las hojas/o sobrevivir al cortejo de los colibríes/y al acecho continuo de pájaros e insectos/¿cómo podría saberlo?/Yo, que sólo soy una mirada/que ha venido a contemplar/y se irá contemplando./ Los personajes”, y estos “Y la doctora Marta suturará las heridas de los niños/rodeada entre las flores pensará en el Hombre/Y al dormirse su último poema/irá de nuevo a un hombre/Y pensará que este jardín tan sólo es bello/si lo mira un hombre”. ¿Verdad que fascina con su poesía llena de inteligencia? Estos versos los tomé de su poema bajo el Volcán. Tiene versos en código morse como en El timón dorado. Denle una leidita, no se arrepentirán.

10. María Elena Solórzano: real poeta del 41, dirán algunos que podría ser novia del Ma’is Rojas, pero eso no es posible porque las poetas jamás envejecen, (esta frase me la piratee, ¡a güevo!) con eso de que ser pirata nunca pasa de moda y lo hacen hasta los más educados… pero volviendo al tema, María como todas las Marías tiene mucho que dar, échense este trompo a la uña: “Busco el anillo de Salomón./ Como Jonás seré engullido por una ballena,/ en los resquicios de su cuerpo viviré,/ me revolveré en sus entrañas,/ me acostumbraré a esas blanduras,/ un día saldré por la fuente de su lomo./ Busco el anillo de Salomón,/ está cerca del corazón de un pez./ Por el brillo de su piel sabré,/ por sus escamas iridiscentes sabré,/ por sus ojos de infinita tristeza sabré./ Busco el anillo de Salomón/ entre los tentáculos de la anémona,/entre los vaivenes del mar./ Con mi anzuelo atraparé un pez/ y en su vientre encontraré/ la sortija con el brillante azul”. Este poema que recién acabo de conocer me puso loquito de admiración por ella. Aunque confieso que me gusta más cuando discretamente coquetea, como en estos versos: “Hoy, pruebo mis alas./Todavía son frágiles,/todavía tengo miedo a las tormentas,/todavía tengo miedo a los escorpiones,/todavía me deslumbran oropeles./Gozo la gloria del despegue,/el viento roza mis mejillas,/no estoy acostumbrada a las alturas,/el vértigo casi me obliga a desistir”, ¿a poco no dan ganas de protegerla y de apapacharla?, ¿a poco no dan ganitas de darle un beso?

11. Coral Bracho: es una poeta que no debe de faltar en toda buena selección poética (sería de mal gusto), nacida seguramente ya maestra en 1951, ¿quién no recuerda Peces de piel fugaz? con ese libro me quedo, ya no necesita escribir más. Disfrutemos juntos, mis golosos lectores, estos versos: “Las raíces inhalan. Basta deslizar poco a poco los dedos sobre las rocas para saberlas lisas y despobladas. Árboles de cristal./Y es el instante de inusitar la lancha por la quilla y deslindar el filo./Los dedos largos y finos./Sus ojos límpidos/.Este estupor de seda que se derrama. Pero empezar aquí”, y así nos la podríamos seguir con sus olas y corrientes como versos, como agua plúmbea, pero siempre agua, ahí… ¡ahí sí ya me viaje!: bueno, sólo me resta comentarles que es una poeta muy femenina y muy femenina su poesía también, y eso me encanta.

12. Gabriela Borunda: poeta de Chihuahua conocida sólo por lectores especializados, nacida en 1973. No la conozco en persona pero ha de ser muy guapa a juzgar por sus versos, léanlos y díganme si no están de acuerdo: “Soy la señora de la vida/el ángel hembra de la misericordia/la visitación que a las cuatro treinta de la mañana/ recorre el hospital/La era de la bestia principia a una señal mía/(cierro los ojos)/el futuro sí existe/ Me río de tu llanto/me cago en tus pretextos/tú consumes el instante/y yo/sólo tengo razones para la vida”, ¡poemaazo!, buenísima poeta no cabe duda, y juro que mucho después me enteré que tenía varios premios ganados. Que conste que no me dejo llevar por eso. Y con justa razón los tiene, yo le hubiera dado seguramente otro más para su lista.

13. Y para terminar esta lista de las mejores poetas mexicas, no podría faltar la maestra Ernestina Lumbreras, por aquello de que una antología se tiene que cerrar con “broche de oro”, como ustedes saben. Además yo no estoy de acuerdo en que el trece sea de mala suerte, ahora todos sabemos que los apóstoles eran trece con María de Magdala, y pues como María no me faltaba… pues que les traigo a Ernestina, al fin que por fin, se le va a hacer justicia, y será incluida como lo que es: una gran dama de la poesía, pues si el mundo lo sabe, que lo sepa Dios, ¿no creen?, mis queridos lectores de closet. Ahora, regocijémonos con sus místicos versos: “Pasó la vida sin verme enamorado/de todas las muchachas. Las quería/corriendo tras el canto de los grillos,/excitadas y trémulas, perdidas/en la luz del rayo verde que rocía/mis mejores ensueños. (…) Muy lejos,/el pito del tren me vuelve a mis faenas./Sin embargo las amo, bellas todas,/y no pienso dejarlas, vivo o muerto,/irse sin mí, llevando el pensamiento/de respirar el aire que las viste”. Es muy chingona poeta, quién dijo que no, de hecho tiene todo un círculo de fans en Guadalajara, Jalisco, tierra donde se dan los hombres… pero unos a otros, ¿a poco no, mis estimados? Ah!, se me olvidaba… Ernestina nació en 1966.
Y ya me despido mis eruditos lectores, feliz de develarles mis gustos poéticos, e imponérselos como lo mejor y lo único en la poesía de mujeres, según acostumbra el gremio oficialista, con la diferencia de que yo lo hago desinteresadamente, y con un criterio de verdad. Y ya saben, si quieren aprender de poesía, acérquense al balcón, y no al ma’istro Varela, que la neta, ya su criterio está muy amafiadón.

Roberto Absenti firma 300 libros en la FIL de Minería 2012

Así es, mis atentos lectores y amigos. Firmé 300 libritos en Minería. Ni falta me hizo estar en el programa ni tener editorial que me presentara. Lo único que tuve que hacer (les paso el tip) fue meterme de colado a la manera de Manuel Pérez-Petit, con su editorial Sediento, en el pabellón del Estado de México. Él mismo me dio la idea, cuando anunció por el Face: “habrá firma de libros de autores de Sediento, ¡coño!”, “!vayan y paguen su libro firmado, cojonudos!”. Su “estrategia” por decirlo de alguna manera me pareció bastante chingona y vale… que me lanzo al Palacio de Minería, con un gafetito de calcomanía falso (que me proporcionó un amigo del mismo Petit), ¡y bolas!, ahí me tienen avanzando en la alfombra roja del magno palacio, justo cuando se escuchaba la primavera de Vivaldi, con todo y pajaritos para ambientar: ¿fue esto casualidad o destino?, nunca lo sabremos, pero agradezco el detalle.
 
Algunos al verme entrar, me reconocieron, pero se hicieron los disimulados. Otros, fingieron que no me conocían. Y los demás enseguida se arremolinaron alrededor mío para felicitarme y darme las gracias por hacer el “trabajo sucio” de la literatura, pero necesario. Unas gorditas se me acercaron (con sus antifaces puestos), me dejaron sus números de celular y me pidieron les firmara las bubis, algunas de las chamaconas se fueron un poco apenadas cuando se dieron cuenta que yo no era Eusebio Ruvalcaba, obvio, me delató mi juventud y gallardía, además, yo nunca andaría junto con un achichincle agarrando a patadas en estado de ebriedad el stand de alguna editorial.
 
Al último se me pegó una gordita bastante estrafalaria que afirmó ser la presidenta de mi club de fans (de lo que se viene uno a enterar a Minería). Imagínense, mis finos amigos, traía una playera color amarillo huevo estridentista, decorada con unas letrotas que anunciaban “BIMBO”, le dije que qué pex con la playerita… pero no me dejó terminar la frase: y en seguida aclaró: “!me la dieron por ser buena clienta!”. De ahí me cayó a todo mecate, ¡a güevo! y le permití me acompañara el resto de mi recorrido. Después se puso querendona, las gorditas son así.
 
Por supuesto que fui a checar las pocas editoriales independientes y alternativas que había en la feria. Compré las novedades de Resistencia, las de Sexto piso, y algunas de Floricanto. Vi los nuevos títulos de Verso Destierro, y las latas de chícharos, habas y frijoles de Mi cielo Ediciones, dirigida por la gran Mónica González, slamera de corazón, que también vendía bolsas de estraza con unas hojas adentro, y que según me explicó eran “libros-objetos”, aunque aquí entre nos, les digo que nada que ver con la edición catálogo de Los otros libros realizada por el maestro Raúl Renán, ni con la idea que tenía yo de estos. Por supuesto, no le compré absolutamente nada.
 
Luego fui a saludar a mis cuates de Literalia, editorial de Guadalajara, y a echar un ojo a las ediciones de Cal y Arena, que no son independientes, pero me caen re-bien. Debo confesar aquí que sólo para seguir ejerciendo mi sana y amable crítica (aunque mis editores me dijeron que no hablara ya de pendejadas, ¡pero a mí nadie me censura!), busqué a Morvoz e Hiperversos, y hasta en el bote de basura del baño por si las dudas, pero no los encontré. Luego, me dijo la gordis, mientras me clavaba sus uñitas en la espalda, “¿cómo crees que esos güeyes van a estar aquí…? no seas… pato: ¡editoriales, mi papi’… EDITORIALES!”. En seguida le dije: “Pobrecitos, es una lástima que no estén aquí… pero para mí!, ya no se me hizo comer otra tajada de ese cake”.
 
Para no hacércelas larga, sólo asistí a un par de presentaciones, (que no me podía perder por nada), aparte de que la gordis, me quitaba el tiempo, clavadísima haciéndome la plática, un poco posesiva, ya saben. Fui a una de Alí Calderón, y otra de Omar Lara, ambos libros presentados por la mafia de moda, Círculo de Poesía (¡saludos al traidor de Toñito!). La de Alí fue una aburridísima presentación, aún así le compré el libro, la famosa antología de poesía hija de la incertidumbre. Sólo vendió tres libros con el que yo le compré, por solidaridad, y esto a pesar de tener la sala atascada de posibles lectores. Esta antología se recordará por su gran ambición y por su gran fracaso editorial, eso es seguro. También me di una escapadita para asistir, a la presentación de La casa del poeta no tiene llave, de Omar Lara, donde una de las cosas agradables fue saludar a mi amigazo Waldo Leyva. En fin, sólo me resta comentar, que la gordura en una mujer es apetitosa, y está por demás decir, erótica. Pero en Álvaro Solís, es repugnante, le urge una buena dieta, pues dejó los botones de su camisa regados uno por uno, por todo el pasillo cuando salió.
 
Así es, mis lectores de estómago duro, también es importante compartirles que asistí al homenaje de mi querida amiga, Thelma Nava. No podía faltar, era obligado por el gran aprecio que siento por ella. Y no se diga por su gran hija Raquel, que me dio la oportunidad para echarme un taco de ojo con su suculenta figura, pues desde hace mucho tiempo le traigo ganas, para invitarla a comer, o tomarnos un cafecito.
 
Y justo en este receso, mis expectantes lectores (provechito), ya han de estar impacientes por la noticia principal de esta columna, y se preguntarán, cómo le hizo el pinche Absenti para firmar 300 libros en tan cotizada feria. Pues bien, lo primero que hice fue acercarme a las filas para entrar a las múltiples presentaciones de Rocío Cerón y David Huerta. Me acercaba a la gente con naturalidad, y decía esta frase mágica: ¿firmo tu libro?, todos sin pensarlo me lo daban, es más, hasta me traje varias plumas, que se les olvidó pedirme (luego te paso tu Montblanc, Óscar de la Borbolla, no vayas a pensar que soy un bribón). En los pasillos me detenía por un momento con aire contemplativo, y aunque no lo crean, al percibir varios mi importancia, se acercaban instintivamente a que les firmara su ejemplar recién adquirido, ¿pero no importa que yo no sea el autor?, les preguntaba, a lo que ellos respondían: no hay ningún problema maestro, y así fue como firmé libros de José Emilio Pacheco, de Eduardo Lagagne, Fabio Morábito, de Virgilio, y hasta uno de Norma Bazúa me tocó firmar. Luego perdí la timidez, la proporción dirán otros, y me tiré a lo grande. Discretamente me acercaba a los stands de las grandes editoriales, y mientras hojeaba algunos libros, disimuladamente sacaba mi pluma, y me ponía a firmarlos con sesudas dedicatorias, firmé una buena cantidad de novelas de Stephen King, y en particular me engolosiné con los de Harry Potter. Con un poco de suerte encontrarán todavía alguno firmado por mí. Después tuve que hacerlo con mayor velocidad, porque cuando fui a Porrúa, y estaba dedicando unos libros para niños, me agarró en la maniobra uno de los empleados y me obligó a firmar unos bouchers. Después de esto me tuve que poner el antifaz, pues ya unos de seguridad me estaban siguiendo, afortunadamente los perdí de vista en el baño, cuando entré también a firmarlo. Para rematar y poder completar mi récord, seguí el olor a mierda que desprendía una parte de la feria (los que fueron saben que esto es real), repito, no era el baño, porque del baño ya venía yo, pero una sección estaba completamente impregnada de este olor, y curiosamente siguiéndolo encontré el stand de Tierra Adentro. Y aquí, mientras los vendedores estaban papando moscas, me sumergí en una orgía de autógrafos, y hasta mi teléfono dejé en algunos ejemplares de poesía, para que algunas nenas románticas me contactaran. Firmé hasta que la mano se me cansó. Así que ya saben mis urgidos y ávidos de reconocimiento, si necesitan firmar un libro, no necesitan estar esperando en un cafecito a una calle de la feria a que los llamen, es más no necesitan siquiera haber escrito un libro. Háganle como yo, que no le tengo miedo al balcón, y que sé que lo que importa en estos tiempos no es la obra, sino tener un nombre, y ese, ese lo pueden poner en cualquier parte. Así como lo hacían antes en las bancas de la escuela, en las puertas del escusado, en las pencas, o en el brazo de su mejor amigo, ahora que ya no tienen nada eso, pueden hacerlo en los libros, ustedes que escriben muy bonito, porque para ustedes todos los libros están abiertos.
 
Aquí en el balcón, ya saben, les prestó los libros que quieran. Si es que no les molesta que tengan mi firma.

¡Ya cállate Absenti! La neta sobre otras siete editoriales independientes (Segunda parte)


Así es mi querido y engreidísimo crítico de la paja ajena. Estoy aquí, a su lado puntualmente, como un grillo malvado a su oreja, para traerle las otras nuevas buenas del medio editorial independiente, las que según dicen “excluí” en mi columna anterior (por cierto, ¡se la recomiendo!) sobre los aciertos y errores de las editoriales “independientes”, que no “alternativas”, o como decía el maístro Echeverría, “emergentes”, pues que no se pase de la raya, cualquiera sabe las diferencias entre las primeras y las segundas… ¡pero “emergentes”!, por favor, todas lo son cuando comienzan. Pero si también quiere que hable de ellas, pues a mí no me quita nada hacerlo, y como a él no le quita nada leerme tampoco, pues claro está, que el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta, así que voy a darle duro, que es mole de olla, aunque nada más sea de gallina y no de guajolote.

Estas son las otras siete opciones editoriales, para usted, mi decente amateur, donde puede encontrar un vaporoso oasis, o una gota de infierno según se dé el caso, y donde puede usted hacer realidad su fenómeno editorial, y llegar por fin, a los ansiosos lectores.

 

Start Pro. Ahora dirigida por Israel Miranda nada más, pues ya se deshizo de la Gameros, su copiloto, nadie lo culpa (para qué compartir el varo y el pomo, si él solito se lo puede amacizar). Es una editorialita con unos seis años aproximadamente en el medio del DF. Hace libros de calidad estándar, se especializa en la maquila, o sea, en vender sus servicios editoriales a otros proyectos culturales. Errores: mantiene bajo perfil en cuanto a imagen y proyección, véalo usted mi especializado lector, promulgarse como “la era del vacío”, y con ese eslogan quererse vender como un proyecto de poesía. No sé usted, pero yo no lo compro. Aciertos: vender su sello editorial junto con sus servicios editoriales. Así chambitas nunca van a faltar, agregando su dirección y teléfono en el colofón.

Atemporia. Editorial coahuilense, dirigida por Alejandra Peart, con un catálogo que va desde Uberto Stabile, fundador de EDITA, hasta mi yucateco allegado Adán Echeverría (hasta en la sopa este güey!). Publica de todo, o sea, me refiero a que publica de todos los géneros. Errores: sus portadas son poco atractivas, su imagen editorial se podría confundir con cualquier otra. Aciertos: ya corrieron a Eduardo Ribé, que se le veía en todas las ferias echando rostro y la flojera también, y chorchear con medio mundo como si fuera el mero dueño de la editorial. Tiene página web y cuenta con su propio centro cultural el Ágoras, dirigido por la mismísima Ale Peart.

 

Bonobos. Editorial joven “alternativa”, produce libros especializados en poesía, y de últimas fechas de ensayo.  Libros de  estilo contemporáneo de colores bastante coloridos y patrióticos, digámosle, mexican fashion. Errores: el erario público. La mayoría de sus títulos están pagados con el dinero de nuestros impuestos (ni sabíamos que nosotros se los disparábamos), y otros tantos se los pichó Javier de la Mora (para qué les digo quién es Javier, nada más búsquenlo en internet y aparecerá en primera plana el link que dice “Corrupción desemboca en revista de poesía de Javier de la Mora”, o en “Cobardía, ambición, poder: corrupción brota de revista de poesía de Javier de la Mora de la Peña”). Que se ve sigue metiendo su lanita para que se ayude la cultura. Aciertos: publicar aquí te da “status” y buenos conectes hasta para una placita en el gobierno. Y como la plaza se paga, pues seguro así te va a costar la edición. Pero lo vale, ¿no? Recomendación: que le pongan a la portada de tu libro un hueso a la derecha, como mensaje subliminal. Recomendación dos: verifica que el recurso para tu libro no sea de un desvío de fondos (que era destinado a una guardería), pues te pueden llevar entre las patas.

 

Verso Destierro. Dirigida por Adriana Tafoya y Andres Cardo. Empezó como revista (ojo: ya no la sacan) y después se convirtió en Editorial, produce títulos de diversas calidades, me refiero con esto, tanto a lo editorial como a lo poético. Últimamente publica ensayo, cuento y novela. Realiza también el Torneo de Poesía. Errores: se rodea de mediocres, escritorsetes, poetastros y pintorsuchos de pésimo trazo (como don  Felipe Gaytán Gaytán y Pompa, que se ha convertido en sinónimo de jodidez, derrotismo, y por consiguiente de marginalidad, pues sus cuadros se han vuelto bandera de todo cuanto proyecto pinchurriento nace). Todos estos arrimados sólo sirven para estorbar en la editorial, como lo hacen las gaviotas y demás parásitos en las barbas de una ballena. Algunos dirán que “apoyan”, yo lo dudo mucho, deben recordar que son una editorial, no beneficencia pública. Respecto al Torneo de Poesía, aconsejo subir el nivel de dificultad: los participantes deberían tener un mínimo de tres libros publicados. Aciertos: publicidad, constantes presentaciones, distribución en librerías, cuenta con página web y algunos poetas interesantes. Recomendación: subir los tirajes a tres mil ejemplares para lograr mayor impacto, al menos en Sanborn’s. Otra recomendación: Andrés Cardo necesita dejar de vestirse como vendedor de películas piratas.

 

La Tarántula Dormida. Conectivo cultural “emergente” de Chilpancingo, Guerrero, dedicado a producir plaquetes austeros de poesía con tiro de 50 ejemplares bajo la responsabilidad editorial de Carlos F. Ortiz, Ulber Sánchez y Paul Medrano. Que recuerda mucho a una editorial veracruzana, Letras de Pasto Verde, Colección el Celta Miserable, dirigida por el veterano, mi compadre el Islasáinz, que produce plaquetes austeros de poesía con tiro de 50 ejemplares, etc. Errores: sacar 50 ejemplares o 5 ejemplares numerados. Da igual, no resuelve el problema de difusión ni para el autor ni para la lectura (hasta parecen cartoneras). Realizan muy pocas presentaciones y sólo publican a poetas de Guerrero. Aciertos: lo hacen con amor y con mucho cariño. Y por supuesto, ayuda a tener una publicación más en el currículum, y el tiraje de la plaquete basta para regalarla a algunos funcionarios públicos para ver si te becan o se animan a “mecenearte” un tiraje digno. Recomendaciones: vayan al encuentro de Jóvenes Escritores de Acapulco, que también organizan ellos, junto con su brodi, Antonio Salinas. !Está de poca madre! Ya inviten, ¿no? Me lo he ganado.

 

Círculo de poesía. Proyecto pipope que le hace homenaje al refrán Mono mono perico y poblano, no lo toques con la mano, tócalo con un palito, que es un animal maldito”, y que es dirigido por Alí Calderón, su papá, Mario Calderón, y su mero compa, Mario Bojórquez. Nunca nadie pensó que la mafia italiana tuviera un peligroso brote en Puebla de los Ángeles, pero tiene lógica, los poetas poblanos son seres, como diría el gran maestro Maussan, “de otro mundo”. Imagínense, y sólo recuerden, que de por allá es la Granda Lamadrid, la Puente y Rubén Darío (así se llama de a de veras este cábula), y entre los casos más coloridos, existe alguien como el Toñito, achichincle de Alí Calderón (todo esto imagínenlo con música de la dimensión desconocida). Errores: mucha incertidumbre. La autoproclamación es una mala táctica de mercadotecnia. La venta de sus libros es muy baja, no los compran ni en Puebla. Sólo publican antologías donde salen sus canchanchanes, sus sirvientes, o sus esposas, lo normal, ¿no?, ¡a güevo! Aciertos: cuenta con página web, difusión en medios, distribución en otros países (aclaro, distribución, no buenas ventas). Viven en la bóveda de un banco, y pueden ser muy buenos amigos. Recomendación: Mario Bojórquez debería quitarse del cuello ese moñito ridículo.

 

Catarsis Literaria El Drenaje y Grietas: proyectos “emergentes” que entran en la clasificación de “chuchulucos editoriales”, dirigidos por dos cabezas yucatecas. Una acomodada en Mérida y la otra en Chilpancingo. Del primer proyecto, la cabeza es Echeverría otra vez, y como equipo, la poeta Ileana Garma, conocida en Ciudad Neza como la Niña Fidencia (por aquello de los milagros, pues dicen nada más pone las manitas sobre tus sienes y te sacas un premio),  y Mario Pineda, que hasta ahora me es indiferente. Como decía, pertenece a los “chuchulucos editoriales”, pues hace plaquetes con un tiro de 50 ejemplares, y luego poniéndose ambiciosos, pues que la hacen de 300. Esto sí es megalomanía señores. La cabeza de Grietas, el segundo proyecto, es Jorge La Mole Manzanilla, mención honorífica del Torneo de Poesía 2010. Grietas es un volante virtual que me recuerda al de Pasajeros del defectuoso. Lo imprimían y se ponían de acuerdo para repartirlo, la única diferencia con ellos, es que Grietas es algo así como contestatario, o mejor dicho, contestón, y tiene la cualidad extra de ser virtual, como una especie de espectro o fantasma. Lo dirige este yucateco que reside en Chilpancingo, también habitante del Drenaje. Errores del Drenaje: esta clase de proyectitos editoriales, no son nada novedosos ni tienen que serlo. Pero cierto es que sólo se crean una ilusión holográfica para poder conseguir un lugar en el Lunario del Auditorio de las Letras Mexicanas. Trabaja poco, consigue mucho, ese es su lema. Aciertos del Drenaje: ya lo están arreglando en México, porque teníamos unas coladeras que estaban súper tapadas. Y refiriéndome al Drenaje yucateco, lo bueno de este proyecto, es que tiene publicada a Ileana Garma y que le están echando muchas ganas, pues están construyendo el INEGI de la poesía. Errores de Grietas: si llegará a desaparecer el facebook, desaparecería también Grietas. La neta no le veo ningún otro tipo de difusión. Dicen que lo imprimen, quién sabe, no me consta. Aciertos de Grietas: ya lograron pasar los 100 números, y lo mejor de todo, parece que ahora sí intentarán ser editorial imprimiendo su primer libro conmemorativo.

 

Por fin, mis apreciables hermenautas, estos son los otros siete pecados editoriales que faltaban. Sé que hay más, pero esos no les aconsejo permitírselos, porque siempre puede ser peor. Y se los digo en serio. Así que si quieren arriesgarse, esas editoriales son lo “menos peor”. Y si quieren balconearme, espérense a que saque yo también mis servicios de edición. Absenti Ediciones, ¡a güevo! Donde seguro les ofreceré más de lo mismo de todas las demás, ya ven, ahora cualquiera que saca un librito, ya se llama editor. Aquí los espero, en mi balcón, donde ya puse una fotocopiadora. Nada más tráiganse la engrapadora.