viernes, 2 de diciembre de 2011

Gran Torneo de Poesía 2011, nenas de cabaret y un chingo de zombis

Esto lo escribo de madrugada y vengo hirviendo como los perros. El medio literario está que arde (otra vez), y es en serio, en cada cantina te encuentras un disque músico, en otra un disque cantante, un disque fotógrafo, una seudo cabaretera y hasta un pinche únder videoasta, y ahí te andan queriendo sacar la entrevista. Así es mi alebrestado amigo, hoy me eché unos tragos, de unos alcoholes exóticos que no se los voy a dar a desear porque mi intensión es que hagan caso a esta nueva crítica borracho-literaria que les traigo en el estado que me es más conveniente… y contextualizado por las mismas cantinas donde dejó su aliento el hermano Carlos Martínez Rentería… que ahora dice ser poeta… y por el perfume mohoso que quedó en la letrina de algunos bares, en donde estoy seguro estuvo mi come frijoles amigo Fadanelli; cómo no voy a estar listo para la más peda crítica a todo el que la cague, la riegue o se tropiece en este DF que bulle de movimiento y artistas cantineros.

Pues bien, antes de verme tentado a ir a Garibaldi y llevarme un par de mariachis para sacar al balcón de su nuevo domicilio a mi ex jefa la Granda (que por cierto, sé, de sus amantes no fui el único), mejor me pongo obsceno literario poético en esta columna, ya que dizque está de moda andar de porno, pretextuando que está en el poder el pan, y como yo no quiero sucumbir a comer esta noche gorditas, mejor me pongo a criticar, que es lo que más me gusta hacer. He notado que en el medio poético hay muchas y muchos buenos deseos, y buenas intensiones, por eso proliferan los eventos, presentaciones de libros, lecturas de poesía y gordipaints, hasta lindas cabareteras poetas, y en Bellas Artes siempre hay lo mismo, de perdis deberían poner un incienso para disimular la apestosa flojera. O bajar las luces, para que no se delaten algunos compas que nada más van a echarse una jetita pa’provechar el espacio.

No podía faltar México, siempre a la vanguardia, y siempre aportando la mayor cantidad de carne de cañón para romper récords guines, y que en esta ocasión reunió a poquitito más de 10 mil zombis en el zócalo capitalino. “Brain”, “brain”, se escuchaba en las calles de la ciudad poluta, “¡necesitamos un cerebro! Ebrard, escúchanos”, “Calderón! Brain, brain”. Y así, la marcha zombi pasó en algún momento cerca del Torneo de Poesía, y a la cual, a mí se me hace que Zita Noriega se unió después de que fue derrotada en un tenso combate con el poeta ranchero (como el mismo dice) Venancio Neria. Pero la poeta no aguantó la presión, y antes de que culminara el cuarto enfrentamiento tomó sus cosas, se puso un ojo de fuera, un gruñido y se lanzó a la marcha con los bracitos hacia delante.

Y hablando del Torneo de Poesía, mi adicto a la adrenalina, quién sabe cómo estuvo el simi torneo condechi, me hubiera gustado ir, pero la neta, me dieron más ganas de estar en un evento de mi amigo el Rojazo. Hace más desmadre, al menos es diversión garantizada. Y ahí las nenas siempre van. Siempre hay buena carne. No como a otros que los dejan plantados.

Y como les decía, y ya que entramos en materia del torneo (disculpen que todavía estoy medio borracho)… que es lo que más da de que hablar en este fin de año, me llamó la atención que uno de los comentaristas anda copiando mi estilacho, y no quiero decir con esto que yo sea el único naco; ¡pero no se vale!, que ahora hasta al compadre, a su amigo, a mí, el Absenti, lo anden plagiando. ¿Qué paso mi Calavera?, eso no se hace. Sólo falta que hasta el nuevo editor del Semanario, también se quiera pasar de trompas. Lo vi muy contento rondando por el ring, nomás quiero ver lo que escribe para ver si sí se merece ese puesto que tiene, y que a mí no me quisieron dar, que dizque por ser impulsivo, usted cree, mi ecuánime interlocutor. Y eso que tengo más antigüedad que todos.

Algo que me sacó también de balance es no haber escuchado la ininterrumpida narración del buen Castuera; porque déjenme decirles que soy su fan! Qué forma de arrancarle la palabra al Steelman, al réferi, al maestro de ceremonias, y hasta a los poetas… a mí se me hace, que se muere por estar sobre el ring. La neta sí lo extrañé. La verdad él sí es un cabrón, a güevo! Debo hacer notar que este Torneo de Poesía del 2011 (el organizado por los versodestierro) ha sido el mejor hecho, trabajado, ambientado y por demás está decir, que las sedes han sido de lujo, y hasta el Juan Ruiz de Alarcón que tiene cupo para… un chingo, para nada desmereció. Por lo menos de los cuatro años que yo he visto, porque este torneo ya tiene cinco años: un lustro, una de mis manos completa. Y como todos ustedes, seguro estoy, mi animadversor, sediento estoy… deseoso por ver la antología del torneo.

Y pasando a la ansiedad… yo sí me quiero ir a Berlín. Y como dice Max Rojas, me lo deben y me lo merezco. He trabajado doble, triple, he hecho crónicas, y la neta, si alguien se lo merece, es la Roque y yo, a poco no, mi Graciela, porque somos los únicos que sí chambeamos. Y bueno, también Steelman, al Omar Soto no, porque él ya de por sí viaja en sus textos, y mucho más lejos que a Berlín. Y la neta… esa tal Maricela Guerrero ni quien la conozca, a mí se me hace que si sube a un ring si anda dejando un charquito amarillo en la lona. Dizque muy deportista, pero yo la vi medio pasada de peso. Y eso que me gustan las gordis. Estuvo en el cartel del torneo de Berlín, y ni siquiera tiene experiencia en los guamazos. Es el colmo, por eso México siempre anda haciendo ridículos en el extranjero. Hay que llevarse a los profesionales, a los campeones, Sari! No a lo amateurs que con que alguien les dé una palmadita en la espalda, ya se sienten campeones. Te hubieras llevado a Esaú Corona, a Hortensia Carrasco, a Iliana Garma, a Eduardo Ribé, o ya de perdis, a Mario Dux.

Aquí, como en cualquier deporte, el deportista, o sea, el poeta, debe demostrar que sabe hacer las cosas, y eso sólo se hace enfrentando a su contendiente. Y si no se presenta al round, queda descalificado por nocaut. Así son las reglas.

Estoy complacido por este año del torneo (y no porque traiga unos tragos encima, se los digo en mi cinco si quieren), pues como se ve, porque he estado ahí, la gente ya está motivada, lo ha ido asimilando, y lo mejor, ya ha tomado conciencia de ir a apoyar a su poeta favorito, aunque pierda (y esa lealtad ninguna derrota la derrumbará). Ahora habrá que ver la final, yo le voy a Venancio y a la Athena, se nota que tienen calidad, y no necesitan de andar ganando algún concursito oficialoso para demostrarlo. Estos son mis gallos, ustedes, ¿a quién le van?, porque aquí hay poesía para rato. ¡Salud!