Así
es mi querido y engreidísimo crítico de la paja ajena. Estoy aquí, a su lado puntualmente,
como un grillo malvado a su oreja, para traerle las otras nuevas buenas del
medio editorial independiente, las que según dicen “excluí” en mi columna
anterior (por cierto, ¡se la recomiendo!) sobre los aciertos y errores de las
editoriales “independientes”, que no “alternativas”, o como decía el maístro
Echeverría, “emergentes”, pues que no se pase de la raya, cualquiera sabe las
diferencias entre las primeras y las segundas… ¡pero “emergentes”!, por favor,
todas lo son cuando comienzan. Pero si también quiere que hable de ellas, pues
a mí no me quita nada hacerlo, y como a él no le quita nada leerme tampoco,
pues claro está, que el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta, así
que voy a darle duro, que es mole de olla, aunque nada más sea de gallina y no
de guajolote.
Estas
son las otras siete opciones editoriales, para usted, mi decente amateur, donde
puede encontrar un vaporoso oasis, o una gota de infierno según se dé el caso,
y donde puede usted hacer realidad su fenómeno editorial, y llegar por fin, a
los ansiosos lectores.
Start Pro.
Ahora dirigida por Israel Miranda nada más, pues ya se deshizo de la Gameros,
su copiloto, nadie lo culpa (para qué compartir el varo y el pomo, si él solito
se lo puede amacizar). Es una editorialita con unos seis años aproximadamente
en el medio del DF. Hace libros de calidad estándar, se especializa en la
maquila, o sea, en vender sus servicios editoriales a otros proyectos
culturales. Errores: mantiene bajo
perfil en cuanto a imagen y proyección, véalo usted mi especializado lector,
promulgarse como “la era del vacío”, y con ese eslogan quererse vender como un
proyecto de poesía. No sé usted, pero yo no lo compro. Aciertos: vender su sello editorial junto con sus servicios
editoriales. Así chambitas nunca van a faltar, agregando su dirección y
teléfono en el colofón.
Atemporia.
Editorial coahuilense, dirigida por Alejandra Peart, con un catálogo que va desde
Uberto Stabile, fundador de EDITA, hasta mi yucateco allegado Adán Echeverría (hasta
en la sopa este güey!). Publica de todo, o sea, me refiero a que publica de
todos los géneros. Errores: sus
portadas son poco atractivas, su imagen editorial se podría confundir con
cualquier otra. Aciertos: ya
corrieron a Eduardo Ribé, que se le veía en todas las ferias echando rostro y
la flojera también, y chorchear con medio mundo como si fuera el mero dueño de
la editorial. Tiene página web y cuenta con su propio centro cultural el Ágoras, dirigido por la mismísima Ale
Peart.
Bonobos.
Editorial joven “alternativa”, produce libros especializados en poesía, y de
últimas fechas de ensayo. Libros de estilo contemporáneo de colores bastante
coloridos y patrióticos, digámosle, mexican
fashion. Errores: el erario
público. La mayoría de sus títulos están pagados con el dinero de nuestros
impuestos (ni sabíamos que nosotros se los disparábamos), y otros tantos se los
pichó Javier de la Mora (para qué les digo quién es Javier, nada más búsquenlo
en internet y aparecerá en primera plana el link que dice “Corrupción desemboca
en revista de poesía de Javier de la Mora”, o en “Cobardía, ambición, poder:
corrupción brota de revista de poesía de Javier de la Mora de la Peña”). Que se
ve sigue metiendo su lanita para que se ayude la cultura. Aciertos: publicar aquí te da “status” y buenos conectes hasta para
una placita en el gobierno. Y como la plaza se paga, pues seguro así te va a
costar la edición. Pero lo vale, ¿no? Recomendación:
que le pongan a la portada de tu libro un hueso a la derecha, como mensaje
subliminal. Recomendación dos: verifica
que el recurso para tu libro no sea de un desvío de fondos (que era destinado a
una guardería), pues te pueden llevar entre las patas.
Verso Destierro.
Dirigida por Adriana Tafoya y Andres Cardo. Empezó como revista (ojo: ya no la
sacan) y después se convirtió en Editorial, produce títulos de diversas
calidades, me refiero con esto, tanto a lo editorial como a lo poético. Últimamente
publica ensayo, cuento y novela. Realiza también el Torneo de Poesía. Errores: se rodea de mediocres,
escritorsetes, poetastros y pintorsuchos de pésimo trazo (como don Felipe Gaytán Gaytán y Pompa, que se ha
convertido en sinónimo de jodidez, derrotismo, y por consiguiente de marginalidad,
pues sus cuadros se han vuelto bandera de todo cuanto proyecto pinchurriento
nace). Todos estos arrimados sólo sirven para estorbar en la editorial, como lo
hacen las gaviotas y demás parásitos en las barbas de una ballena. Algunos dirán
que “apoyan”, yo lo dudo mucho, deben recordar que son una editorial, no
beneficencia pública. Respecto al Torneo de Poesía, aconsejo subir el nivel de
dificultad: los participantes deberían tener un mínimo de tres libros
publicados. Aciertos: publicidad,
constantes presentaciones, distribución en librerías, cuenta con página web y
algunos poetas interesantes. Recomendación:
subir los tirajes a tres mil ejemplares para lograr mayor impacto, al menos en
Sanborn’s. Otra recomendación:
Andrés Cardo necesita dejar de vestirse como vendedor de películas piratas.
La Tarántula Dormida.
Conectivo cultural “emergente” de Chilpancingo, Guerrero, dedicado a producir
plaquetes austeros de poesía con tiro de 50 ejemplares bajo la responsabilidad
editorial de Carlos F. Ortiz, Ulber Sánchez y Paul Medrano. Que recuerda mucho
a una editorial veracruzana, Letras de Pasto Verde, Colección el Celta
Miserable, dirigida por el veterano, mi compadre el Islasáinz, que produce
plaquetes austeros de poesía con tiro de 50 ejemplares, etc. Errores: sacar 50 ejemplares o 5
ejemplares numerados. Da igual, no resuelve el problema de difusión ni para el
autor ni para la lectura (hasta parecen cartoneras). Realizan muy pocas
presentaciones y sólo publican a poetas de Guerrero. Aciertos: lo hacen con amor y con mucho cariño. Y por supuesto,
ayuda a tener una publicación más en el currículum, y el tiraje de la plaquete
basta para regalarla a algunos funcionarios públicos para ver si te becan o se
animan a “mecenearte” un tiraje digno. Recomendaciones:
vayan al encuentro de Jóvenes Escritores de Acapulco, que también organizan
ellos, junto con su brodi, Antonio Salinas. !Está de poca madre! Ya inviten,
¿no? Me lo he ganado.
Círculo de poesía.
Proyecto pipope que le hace homenaje
al refrán “Mono mono perico y poblano, no lo toques con
la mano, tócalo con un palito, que es un animal maldito”, y que es dirigido por
Alí Calderón, su papá, Mario Calderón, y su mero compa, Mario Bojórquez. Nunca
nadie pensó que la mafia italiana tuviera un peligroso brote en Puebla de los
Ángeles, pero tiene lógica, los poetas poblanos son seres, como diría el gran
maestro Maussan, “de otro mundo”. Imagínense, y sólo recuerden, que de por allá
es la Granda Lamadrid, la Puente y Rubén Darío (así se llama de a de veras este
cábula), y entre los casos más coloridos, existe alguien como el Toñito, achichincle
de Alí Calderón (todo esto imagínenlo con música de la dimensión desconocida). Errores:
mucha incertidumbre. La autoproclamación es una mala táctica de mercadotecnia. La
venta de sus libros es muy baja, no los compran ni en Puebla. Sólo publican antologías
donde salen sus canchanchanes, sus sirvientes, o sus esposas, lo normal, ¿no?,
¡a güevo! Aciertos: cuenta con página web, difusión en medios,
distribución en otros países (aclaro, distribución, no buenas ventas). Viven en
la bóveda de un banco, y pueden ser muy buenos amigos. Recomendación:
Mario Bojórquez debería quitarse del cuello ese moñito ridículo.
Catarsis Literaria El Drenaje y Grietas:
proyectos “emergentes” que entran en la clasificación de “chuchulucos
editoriales”, dirigidos por dos cabezas yucatecas. Una acomodada en Mérida y la
otra en Chilpancingo. Del primer proyecto, la cabeza es Echeverría otra vez, y
como equipo, la poeta Ileana Garma, conocida en Ciudad Neza como la Niña
Fidencia (por aquello de los milagros, pues dicen nada más pone las manitas sobre
tus sienes y te sacas un premio), y
Mario Pineda, que hasta ahora me es indiferente. Como decía, pertenece a los
“chuchulucos editoriales”, pues hace plaquetes con un tiro de 50 ejemplares, y
luego poniéndose ambiciosos, pues que la hacen de 300. Esto sí es megalomanía
señores. La cabeza de Grietas, el
segundo proyecto, es Jorge La Mole
Manzanilla, mención honorífica del Torneo de Poesía 2010. Grietas es un volante virtual que me recuerda al de Pasajeros del defectuoso. Lo imprimían y
se ponían de acuerdo para repartirlo, la única diferencia con ellos, es que Grietas es algo así como contestatario,
o mejor dicho, contestón, y tiene la cualidad extra de ser virtual, como una
especie de espectro o fantasma. Lo dirige este yucateco que reside en
Chilpancingo, también habitante del Drenaje. Errores del Drenaje: esta clase de proyectitos editoriales, no son
nada novedosos ni tienen que serlo. Pero cierto es que sólo se crean una
ilusión holográfica para poder conseguir un lugar en el Lunario del Auditorio
de las Letras Mexicanas. Trabaja poco, consigue
mucho, ese es su lema. Aciertos del
Drenaje: ya lo están arreglando en México, porque teníamos unas coladeras
que estaban súper tapadas. Y refiriéndome al Drenaje yucateco, lo bueno de este
proyecto, es que tiene publicada a Ileana Garma y que le están echando muchas
ganas, pues están construyendo el INEGI de la poesía. Errores de Grietas: si llegará a desaparecer el facebook,
desaparecería también Grietas. La
neta no le veo ningún otro tipo de difusión. Dicen que lo imprimen, quién sabe,
no me consta. Aciertos de Grietas:
ya lograron pasar los 100 números, y lo mejor de todo, parece que ahora sí
intentarán ser editorial imprimiendo su primer libro conmemorativo.
Por fin, mis apreciables hermenautas, estos
son los otros siete pecados editoriales que faltaban. Sé que hay más, pero esos
no les aconsejo permitírselos, porque siempre puede ser peor. Y se los digo en
serio. Así que si quieren arriesgarse, esas editoriales son lo “menos peor”. Y
si quieren balconearme, espérense a que saque yo también mis servicios de
edición. Absenti Ediciones, ¡a güevo! Donde seguro les ofreceré más de lo mismo
de todas las demás, ya ven, ahora cualquiera que saca un librito, ya se llama
editor. Aquí los espero, en mi balcón, donde ya puse una fotocopiadora. Nada
más tráiganse la engrapadora.
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