martes, 16 de agosto de 2011

Antología arbitraria de las mejores editoriales independientes, a güevo!!

Ahí les va, amigos lectores, y enemigos también, aunque sólo me lean en defensa propia. Aquí, en definitiva no presenciará usted algo parecido a la Feria de Independientes en el Zócalo, donde se encuentra uno cada fotocopia mal engrapada: no, ni tampoco el Mapa Poético, donde entran todos los poetas, basta alguien los haya empujado sobre la página de alguna publicación, sin importar calidad ni poesía o editorial; tampoco verá un compendio parecido al de los 40 Barcos de Guerra (ufff, que Estephani Granda me solicitó leer, y que yo, con voluntad sometida, lector cómplice mío, lo hice). Nada de eso verá aquí. 
 
Lo que sí le ofreceré a usted mi distinguido degustador, es una exquisita lista de diez proyectos que vale la pena existan. Y que afortunadamente han recibido el apoyo suficiente tanto del gobierno como de algunos particulares para crecer y volverse ejes fundamentales de nuestra literatura nacional. Evidente es la falta de gusto, gracia y apreciación estética de la mayoría de las editoriales (o que dicen serlo) en el terreno mexicano. Por otra parte pocos son los poetas que merecen ser publicados, bien lo han dicho y lo afirman al publicar a selectísimo grupo de poetas, las editoriales que enumeraré. 
Comienzo la antología con el número 10 de este top editorial, donde el primer lugar será remunerado con un Óscar simbólico, que yo denominaré el “Facsímil de oro”, y que por supuesto no tendrá un gran dote monetario, pero sí mi reconocimiento, y el de mis lectores por delante. 
(10) Y en el número diez de esta Antología Arbitraría Mexicana de las Mejores Editoriales, tenemos a Editorial Resistencia, que ostenta entre sus curiosidades uno de los éxitos más notables en las Librerías: la Agenda y Calendario de la Luna, lo cual ha distinguido al sello con un estilo de colores intensos y mexicanos, al igual que sus colecciones, por veces aventuradas, pues trabaja desde el cómic (novela gráfica), principalmente apoyada en el trabajo sustentable de BEF, Bernardo Fernández, que ahora también es apoyado, victoriosamente, por otras editoriales que buscan figuras para levantar su prestigio. Cabe mencionar que Resistencia apostó previo al encumbramiento de este autor. También ha editado tres tomos de Hasta agotar la existencia, donde el desnivel es notable, pero el compendio es muy valioso, aparte de estar incluida en la antes mencionada 40 Barcos de Guerra
(9) En noveno sitio tenemos a los veteranos de Ediciones del Ermitaño, que con Solar han logrado durante ya treinta años sustentarse con base en los contratos comerciales con universidades y empresas privadas, así como con algunas instancias gubernamentales. Uno puede esperar más títulos y más autores de una empresa como esta, pero me parece cuidan su calidad ante todo sin arriesgar innecesariamente su prestigio en autores nuevos, y así se basan en generaciones de legitimación ya consumada, como es Gustavo Sainz o Saúl Ibargoyen, por no mencionar a autores de comprobada trayectoria como Juan Domingo Argüelles, Hugo Gutiérrez Vega, Aurelio Asiain, Elsa Cross, Ignacio Solares, entre otros del mismo nivel. Sus ediciones son de una realización cuidadosa, clásica y con una tipografía creada ex profeso para el sello. El inconveniente es que resulta demasiado monótona su estantería, aunque en dados casos puede ser un mérito para la lectura desprejuiciada. En pocas palabras, despoja al libro del artificio editorial. 
(8) Ediciones de El Tucán de Virginia se ha distinguido por traernos traducciones de libros que de otro modo no hubiésemos tenido en las manos, como Mario Luzi, Rilke, Elytis, Ted Hughes, Pierre Reverdy, o una edición especial de The Raven, de Edgar Allan Poe, presentada por Salvador Elizondo, y por ese simple hecho vale la pena tener presente este sello. Y aunque las ediciones se mantienen en el formato rústico, es siempre bajo el concepto del amante del libro, del bibliófilo que gusta de abrir el pliego. Dentro de sus autores editados encontraremos grandes nombres, aliados de la literatura universal, como Germán Liz Arzubide, Gabriel Zaid, Ramón Xirau, Tomás Segovia, Manuel Ulacia, Jennifer Clement, entre otros tantos. 
(7) En el peldaño número siete, tenemos, y con méritos propios, a la Editorial Trilce, que continuamente nos presenta en la mayoría de su catálogo coediciones, para mostrar al público una diversidad amplia de títulos y temas, con un estilo móvil, realizado para el aparador; en principio libros de arte de formato amplio; aunque tiene sus colecciones especiales donde podemos encontrar autores del catálogo nacional, como José Luis Rivas, o el becario Luigi Amara; Julio Trujillo, Pedro Serrano, Tedi López Mills, Ricardo Yáñez, José Kozer, entre otros prestigiados autores. De tal modo que nos entrega un catálogo de una calidad asegurada, sin lugar para el riesgo de encontrarnos escrituras de principiantes, como sucede en editoriales de limitada proyección estética y poética. 
(6) El lugar seis de esta breve antología es para Ediciones del Equilibrista, que en definitiva dejan siempre un sabor agradecible de boca cuando uno encuentra un libro de esta editorial de elegante hechura. Siempre bien armados, justos, son libros que de antemano uno sabe debería tener la colección entera, pues no sólo publica al catálogo general de autores prestigiados a nivel nacional, sino que tiene siempre una fina selección de escritores, que presenta en hermosas ediciones, que dan ganas de guardar y no abrir, por lo cual uno se reserva para leer estos libros siempre con una copita de cognac y un buen puro. O en su defecto con un café de buena textura y unas galletas Mc Ma.
(5) Ediciones Arlequín. Esta editorial es siamesa, o nació bajo el signo de Géminis, pues tiene doble cara, aunque a la que yo reconozco y premio es a la radicada en Guadalajara, y no a la chilanga, que también ha editado cosas importantes como la antología Eco de voces, poesía de la generación de los 60. Es una Editorial, que al igual que las anteriores funciona principalmente por coedición con universidades e Instituciones gubernamentales de cultura. A su decir publican “lo mejor de la literatura de nuestra región. En nuestro catálogo hay escritores catalanes, coreanos, eslovenos, cubanos, peruanos, todos reconocidos”. Entre sus autores pocas veces uno topará algún nombre raro, y eso nos da la certeza de llevar un buen libro que puede ser desde Ricardo Yáñez, Luigi Amara, Ángel Ortuño, Carmen Villoro, o de los narradores Gerardo de la Torre o Alberto Chimal.

(4) Estamos por entrar en los tres escaques finales. Pero antes, la mención honorífica, que será para la acrecentada Ediciones Sin Nombre. Debemos a ellos la colección La Centena, junto con Verdehalago, a través del programa de fomento a proyectos y coinversiones culturales de Conaculta, que ha traído de vuelta al ruedo a una parvada de poetas, que vale la pena sopesar, y disfrutar de primera instancia su lectura. Su catálogo es amplísimo, y es casi a la par del de Conaculta, en donde se barajea lo que suena hoy, y con lo que uno puede saber con claridad qué es y qué no es lo que entra en el arca de Noé de la poesía mexicana. Encontraremos nombres como el de José María Espinasa, Esther Seligson, Rogelio Villareal, y casi todos los antes mencionados.

(3) El tercer lugar es para: La Cabra Ediciones, que se conforma en agosto de 2008, “como resultado de la larga y fructífera experiencia en el proyecto Alforja (1996-2007)”. Sus colecciones son Azor, El Desfiladero, Ensayo, Arte, Narrativa. Y se avoca a promover la literatura y poesía universal, particularmente la hispana. Sus autores, de igual modo que todas la encomiables editoriales que enumero, sólo son de comprobada trayectoria, y de valor para todo el mundo. Entre ellos veremos becarios, funcionarios y ex funcionarios públicos de las letras mexicanas, que han ejercido su obra de una manera constante en diversas editoriales tanto gubernamentales como de prestigio internacional, y entre ellos tenemos a: Eduardo Lagagne, Miguel Ángel Flores, José Ángel Leyva, Eduardo Lizalde, y una larga lista de poetas extranjeros, algunos radicados en México. A parte edita la revista La Otra, que recuerda un tanto aquella revista que salió durante un par de números, y de corte similar: VozOtra.

(2) El segundo peldaño es para Taller Ditoria, que ostenta ediciones no sólo de precios para coleccionistas, sino que cumple cabalmente la exquisitez de su trabajo y de sus autores, limitada a eminencias de todos los tiempos, con el lema de “la obra que fabrican las propias manos”. Aquí nos toparemos con escritores avalados por revistas como Vuelta, Letras Libres, y otras de alta alcurnia nacional. Entre ellos, Josué Ramírez, Eduardo Vázquez Martín, Eduardo Milán, Gerardo Deniz, Fabio Morábito, Adolfo Castañón, José Luis Rivas, varios de ellos Premio Aguascalientes, por lo cual no hay duda del alto nivel de su obra. Fuera de eso puede usted adquirir, con algún ahorro, por ejemplo Un tiro de dados, de Mallarmé, en una edición deliciosa, en cerca de mil pesos. Lo vale. Habrá que llegarle al precio.

(1) Y el primerísimo lugar es para la editorial protagonista de la II Feria del Libro Independiente en el FCE, a la cual yo le doy el reconocimiento del “Facsímil de oro” por su trayectoria, su calidad y constancia, y por el crecimiento sustentable en su catálogo, tanto poético como literario. Además de tener olfato para encaminarse con los autores que suenan en el ahora de la literatura, tanto nacional como internacional. Autores como Raúl Zurita, Aguilar Camín, Juan Domingo Argüelles, Antonio Alatorre, Daniel Sada, Javier Sicilia, Enrique Serna, Víctor Sosa, Gabriel Zaid, Armando Alanís, Coral Bracho, Antonio Cisneros, Arturo Córdova Just, Ernesto Lumbreras, etc. Todos los antes mencionados en las editoriales antologadas y más, agregando autores internacionales trascendentes. Esta sin duda es la mejor.
Así concluye, asistente exclusivo a esta premiación, el top ten de los editores independientes más relevantes y exitosos del México contemporáneo. Espero haya disfrutando su estancia en este Museo Vivo, como diría el erudito Elizondo, y que haya quedado complacido con las noticias nuevas del imperio editorial, que bien le servirán si no las conocía como una guía para sus futuras lecturas, y por supuesto compras. Siempre estoy para mostrarle lo que vale la pena. Y si no tiene dinero para completar su colección bibliófila, o por lo menos comprarse la versión de bolsillo de La Centena, pues no se angustie, aquí yo le presto algunos de los títulos de estas hermosas colecciones.

Después de todo para qué es el Balcón, sino para convertirlo en una sala de lectura: no en la Condesa, pero sí en El Escandón, y que tal vez no lleva un nombre distinguido como el de Xavier Villaurrutia, pero que podemos ponerle uno que le guste a usted y a mí, ¿qué le parece?, usted nomás escríbame. roberto.absenti@gmail.com. Nos leemos pronto.



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