martes, 16 de agosto de 2011

El trenecito del amor o de cómo ser incluido en la antología de la Cajita Feliz

 

(Segunda parte)


Ahora sí, mi encabronado lector, estoy que me lleva el tren… pero no ese que piensa usted. Seguro que también está molesto como yo. Será que ya no estamos de moda, querido lector, o que yo me siento ruco, y hasta algo retro por no ser un chico sexy, y quitarme la camisa en presentaciones y lecturas, y ser mocho y “homofóbico” por no ser open mind a la hora del coitorreo y no entrarle a todo. Como si ahora tener una familia, o algo así, y tener hijos fuese una cosa medio tercermundista, o sea, “qué naco wey”. “Qué pedo, ¿no te enseñaron a usar el condón?”

A estas alturas resulta que en las Estéticas (quiero decir peluquerías), en la calle de San Cosme y hasta en la Poesía, ya no está bien visto ser mujer u hombre a secas, porque para los grupos de élite de estos rubros, lo mejor, el mero talento, “lo más puro” está en la estirpe de Kavafis; en querubes de nalguitas sonrosadas.

Es interesante ver cómo van cambiando los puntos de vista sociales, como les decía, si pides trabajo en la estética y no eres “comadrita”, no faltará quien diga: puta, qué malo, ¡ya viste qué mal corta el cabello ese tipo! Si querías talonear un rato por famosa calle, escucharás cosas que te bajarán la autoestima, por tus rivales en amores: ¡a quién le va a gustar esa carne adiposa de vieja; no hay como la perfección de un cuerpo atlético y firme!!, dirán las “muchachonas” con sus “cuerpecitos” hechos a mano. Y en el humilde oficio de la poesía, pasa lo mismo, nunca faltarán las locas poetas que piensan que tienen la “sensibilidad femenina” y la “inteligencia masculina”, aunque no tengan ninguna de las dos.

Y después vámonos a la fiesta, a bailar Gloria Trevi y arrimar el camarón con JuanGa; pero si no bailas con los muchachos en llamas la danza ancestral de “En busca del anillo solar”, ya te quedaste fuera de la Cajita Feliz, y de la Antología también, ups!! Sólo los mejores poetas, ya lo dijeron las Yax: sólo poesía… divino tesoro!!!! Y al puro estilo stripper: camisas fuera y a brincar, a gritar, a bailar, a rezar, a repetir una y otra vez un verso, una experiencia casi tecno, una acto de vanguardia digno de cualquier discoteque de zona rosa.

Definitivamente, supongo, ser homosexual o heterosexual no tiene nada que ver con ser un mamón arrogante que discrimina a los que ve “inferiores”, ¿o no, mi queridísimo? Creo que usted y yo estamos de acuerdo en que el talento y la inteligencia van más allá del sexo y las preferencias sexuales; a menos que para ser inteligente, buen poeta, estilista o sexoservidor, tenga uno que volverse homosexual a fuerza; o por el contrario, como si para ser mejor asistente o gerente tenga que volverse heterosexual un gay.

Esto es peligroso, y preocupante, pues ahora, cualquier crítica que se lance a esta mayoría de marginados se vuelve un ataque homofóbico (ya uno ni puede decir nada a esta clase privilegiada, ni aunque en el metro te quieran masajear la próstata, cuidadito y les digas algo!!!), y en la poesía no falta el wey que se hace pasar por homo para tener acceso a círculos más pequeños, pero que se han posicionado en buenas jefaturas, y que de otro modo no le darían entrada.

Ya dentro… todo depende de tu capacidad para moverte, prender mechas; para brillar en pocas palabras, y que luego el trenecito gire encabezado por ti. Todo es cuestión de saber hacerle piojito en la piocha a los maestros. Ya lo dijeron los masters griegos, a güevo!!! Así se trasmite el conocimiento. Y arriba las Yax. Todo está resuelto, listo para el triunfo. Esta es la otra familia. El nuevo ojo con el cual todo lo demás será pasado. Es el momento para la Cajita Feliz que todo niño quiere abrir con juguetes nuevos para disfrutar. El vagón especial, donde el paraíso está al alcance de la mano del que la estire. Con un dios que ama a los hombres por sobre todas las cosas, tienen la guerra ganada.

Y si no le gusta está nueva forma, pues entonces tendrá que hacerla a la antigüita; meterse a la escuela, hacer una carrera académica, o chingarle durante toda su vida en los bajos fondos, para ver si alguien lo rescata al final de sus días; o en dado caso, volverse burócrata de Bellas Artes; eso le garantiza no la inmortalidad ni la fama, pero por lo menos sí la papa.

Pareciera, mi estimado, que lo que más se hereda y lo que más se comparte entre todos los sectores, gays o no, es lo malo y no lo bueno. Lo malo se aprende rápido: la corrupción, el sectarismo, la “mala onda”, pues, y no nada de lo contrario, que es con lo que se llenan la boca todos a la hora de justificar su poder ante la historia, los medios, o sus hijos. “Mentir mirando a los ojos”, es un verso que leí en alguno de estos jóvenes poetas, que ya no son jóvenes promesas, sino premios Elías Nandino, y que desde ahí, ya dieron luz verde a los coches de todos sus cuates para que se avienten unos arrancones, y hasta que la noche aguante.

Así que, no sea… puto (me refiero a que no sea cobarde), amigo, amiga poeta, que para triunfar ya no basta con que tenga talento, buena ortografía, mucha trayectoria, ni ser honesto; aviéntese a la diversidad, no le saque al parche. El contrato sexual no pasa de moda, y no discrimina edad, tamaño, talento, época o sexo. Si lo que le importa es el éxito, ya tiene la receta.

Y si se siente solo, pues no me invite, porque yo no le entro. Pero aquí siempre tendrá un balcón para que se tome un rato al aire libre; y sin prejuicio pueda leer algo de poesía sin importar sus preferencias.

roberto.absenti@gmail.com

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